Yucatán

Bares y cantinas de Tizimín cumplen un año sin abrir por el COVID-19

Algunos de los inmuebles de donde funcionaban las cantinas se han puesto en renta, ya que los dueños de las patentes no pueden cubrir el costo
Los negocios llevan 18 meses sin funcionar y esperan poder funcionar ante el Semáforo Amarillo / Luis Manuel Pech Sánchez

Quienes se dedican al rubro de bares y cantinas de Cantinas, después de no laborar por más de año y medio, indican que no han recibido ni un aviso de reapertura. Pese a que Yucatán se encuentra en Semáforo Naranja, contrario distintos puntos del país donde este tipo de negocios ya abrieron sus puertas, dueños de locales de la población señalaron que no han tenido apoyo de ninguna índole desde que inicio la contingencia y al no desarrollar actividad alguna, se ven afectadas alrededor de 110 familias que dependen de su empleo.

De acuerdo con datos proporcionados por Luis Darío Bates Novelo, líder de los cantineros de la localidad, en Tizimín existen 22 patentes de cantinas, de las cuales sólo cinco cuentan con propietarios y que aproximadamente cinco familias dependían del fruto del trabajo que desarrollaba cada una de ellas. A su vez, estos lugares contribuían a la creación de empleos indirectos, al consumir productos de vendedores de tortillas, chicharra, carne, los que comercializan ingredientes para las botanas, así como a empleados de la cervecería, refresqueras, hielo, entre otros, donde generaban la derrama económica.

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Bates Novelo expuso que los cantineros se han visto seriamente afectados desde el cierre de sus negocios, que se han llenado de deudas, han vendido sus bienes para subsistir e incluso otros se han dedicado a otras labores ajenas a su giro comercial, como atender parcelas, ventas de comidas, botanas, entre otras, pero enfatizó que cada uno se encuentra a la espera y con la esperanza de que pronto les permitan reabrir sus centros de trabajo, donde obtenían el sustento de sus familias. Dijo que lo lamentable es que algunos de los inmuebles donde funcionaban las cantinas se han puesto en renta, al no tener noticias de una posible reapertura.

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Por todo lo anterior, en nombre de los integrantes de su gremio, pide al Gobernador, Mauricio Vila, que intervenga o que les dé la oportunidad de abrir y de demostrar que sí pueden apegarse a los nuevos conceptos de trabajo de la nueva normalidad. De acuerdo con lo que marcan los protocolos de prevención, toman en cuenta la capacidad de personas que pueden atender y lo necesario para el ingreso de los clientes como cubrebocas, sanitizante, tapetes hidratados y se encargan de la sana distancia para conservar la salud de los clientes, empleados y de sus propias familias.

Destacó que, si esto se hiciera realidad, también se comprometerían en su momento a que quien no cumpla con las disposiciones sanitarias les sea clausurado su negocio o que reciban una sanción al respecto.

Señaló que lo preocupante es que, en caso de conseguir que sus cantinas entren en funciones, sería conseguir los recursos para solventar las licencias de funcionamiento del municipio, que cuestan alrededor de 11 mil pesos, la de determinación sanitaria del Gobierno del Estado con un precio de aproximadamente 13 mil 500 a 14 mil pesos y otro de aviso de funcionamiento ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que cuesta cerca de mil 500 pesos.

Enfatizó que no cuentan con los recursos para ponerse al día, y por todo lo anterior, adelantó que acudirán ante el alcalde, Pedro Couoh Suaste para exponerle su situación y que este sirva como eslabón ante el gobierno del Estado o instancias del Gobierno Federal para que se pueda dar su anhelada apertura y también para manifestarle que requieren el apoyo para que puedan solventar dichos permisos.

Concluyó que lo que les enoja a los agremiados es que se les impida trabajar, pero que mientras tanto algunos restaurantes estén trabajando a modo de cantina, cuando estos solamente deben ofrecer su servicio de venta de comidas, por lo cual pretenden acercarse a las autoridades correspondientes para saber si habrá una respuesta positiva breve o en su caso, que actúen para que gestionen un giro similar al de los restaurantes.

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