Yucatán

Ejidatarios de Tizimín protegen sus terrenos de la tala ilegal de árboles

Con el fin de evitar el comercio ilegal de madera, comuneros han cercado sus terrenos para no tener acceso a ellos, solo con la autorización del comisariado ejidal
Para evitar robos en los ranchos, acordaron colocar obstáculos de acceso por lo que sólo pueden ingresar propietarios / Efraín Valencia

Comuneros indicaron que, al menos en el ejido, perteneciente a Tizimín, no se ha registrado contrabando de maderas preciosas, pues para evitar esto, en la gran mayoría de las parcelas se cuenta con rejas donde solo ingresan los que tienen sus terrenos colindantes al ejido, ya sea para transportar carbón o leña, además quien quiera entrar requiere de un permiso que se otorga en el comisariado ejidal.

El permiso se otorga sólo cuando es con fines de consumo y no de comercio, revelaron varios campesinos de este ejido, entre ellos, Jorge Xuluc y Román Herrera.

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Ejidatarios que pertenecen a este núcleo agrario dieron a conocer que la tala de árboles en esta parte ha originado la desaparición de monte alto, al menos en esta zona, por lo que no existe monte donde haya maderas de varios años para el contrabando de madera, ya que la mayoría de las tierras son mayormente potreros y una que otra parte es de selva baja.

 Los permisos que más se tramitan son para trasportar palizadas o maderas para la construcción de casas, trasporte de carbón, leña, palmas de huano, dichos tramites se hacen ante el Comisariado y se cuida que éstas no sean bajo fines comerciales sino meramente para el uso de las familias que dependen de este material.

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Jorge Xuluc explicó que al menos en esta zona es muy difícil encontrar maderas preciosas, ya que la gran mayoría de las personas han talado el monte para convertirlas en potreros, por lo que difícilmente haya maderas para vender de contrabando.

Román Herrera explicó que por la ruta donde se encuentra su parcela, para evitar robos en los ranchos, acordaron colocar rejas de acceso por lo que sólo pueden ingresar personas que tengan tierras por este rumbo.

La mayoría de los campesinos menciona que en sus parcelas no cuentan con árboles grandes sino han tratado de conservar parte del monte mayormente destinado para la construcción de alguna vivienda, el uso de la leña, y del carbón.

Según se pudo averiguar en otros núcleos agrarios como en Santa Rosa y Anexas, donde se encuentra la reserva de la Biosfera de Ría Lagartos y el Zapotal se cuenta con árboles de maderas preciosas entre las que destacan el zapote, el kikché, y el chac té, que están siendo talados para su contrabando en las zonas donde se están construyendo sitios turísticos en el vecino Estado de Quintana Roo, según algunas personas que han recorrido estos sitios han visto que se han talado arboles ubicados en las reservas y que son transportados por caminos de terracería para evadir los diferentes retenes.

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CC