Las aulas permanecen casi vacías, debido a que los pocos niños que van a clases presenciales no asisten por padecer enfermedades respiratorias señaladas como “gripa” por los padres de familia; sin embargo, los directores alegaron que no existe forma de saber si se trata de COVID-19, pues carecen de personal en los Centros de Salud de Dzitnup en Valladolid.
En el caso específico de la Escuela Primaria “Ignacio Allende”, situada en la comisaría vallisoletana de Dzitnup, la directora, María Candelaria May Novelo confirmó lo anterior.
“Hay que enfatizarlo, no sabemos a ciencia cierta si se trata de coronavirus, pues los casos de gripa y tos han podido constatarse por medio de alguna prueba o médicos, pues en Dzitnup ni siquiera se cuenta con médicos desde hace varios días debido a que todo el personal del Centro de Salud se encuentra contagiado de COVID”, sostuvo.
Precisó que “la gran mayoría de los padres de familia decidió continuar con las clases a distancia y los poquitos que asisten a clases presenciales han faltado en estos días, siendo que los padres han informado que se encuentran con cuadros de gripa”, precisó.
En otro momento, reiteró que no hay certeza del motivo real, por lo que los niños faltan, pero eso sí, el hecho de que la gran mayoría decida no mandarlos a clases presenciales obedece al temor que está fundamentado con la gran ola de contagios en todo el municipio.
Por su parte, la profesora Nadia Castillo Bojórquez, directora de la Escuela Primaria “Rafael Chazaro Pérez”, ubicada en la comunidad de Pixoy, señaló que la negativa de los padres de familia para enviar a sus hijos a las aulas ha propiciado que en su escuela no se trabaje con los niños de manera presencial y se limiten a videollamadas, mensajes de WhatsApp, llamadas y tutorías con los padres de familia.
“Ante la gran cantidad de contagios de COVID en la región, los propios padres de familia optaron por las clases a distancia y en algunos casos, donde los niños carecen de celulares, el trabajo se lleva a cabo por medio de cuadernillos”, destacó.
Castillo Bojórquez señaló también que “los docentes conocemos nuestro contexto y sabemos del riesgo que los niños corren en el aula y por ello entendemos el hecho de que los padres decidan no enviar a sus hijos a las aulas”.
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CC