Como una tradición al interior del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mérida, reclusos prepararon, cortaron y degustaron la tradicional rosca en honor a los Reyes Magos, la cual tuvo una longitud de 300 metros.
De reclusos a chef por un día, así fue el paso de 30 personas que se encuentran al interior de este centro penitenciarios para realizar este manjar de temporada, mismos que fueron apoyados por personal especializado y de recetarios.
Para la preparación, hicieron uso de mil 200 kilogramos de harina, 25 de anís, 280 de manteca vegetal, 250 de azúcar, 25 de canela molida, 75 de acitrón, 30 de mantequilla y 24 tanto de magimix y levadura como de vainilla, así como 120 litros de leche, 78 rejas de huevo y dos mil muñecos.
Según se informó, la elaboración de la rosca de Reyes en el Cereso se ha convertido no sólo en una tradición, sino en una de las acciones que mayor interés suscitan entre los internos, tanto por el sabor del producto como por las amplias posibilidades de convivencia.
Esta actividad, forman parte de las acciones que buscan impulsar una efectiva reinserción social, con la celebración y el seguimiento de las costumbres que forman parte de la cultura yucateca.
El director del Cereso de Mérida, Francisco Javier Brito Herrera, agradeció la contribución del Gobierno del Estado, en particular de la Secretaría General de Gobierno (SGG), que encabeza María Fritz Sierra, para mantener esta tradición con la dotación de los ingredientes para la elaboración y degustación del pan.
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JG