La pesadilla para una conocida familia del puerto estaría por acabar antes de que finalice el 2022, pues a tres años de la desaparición de la sexagenaria María del Socorro Escamilla Beltrán, elementos de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Yucatán dieron a conocer que la abuelita podría estar en el municipio de Chalco, Estado de México.
Fue el 6 de julio del año 2019 cuando la vida de la familia Trejo Escamilla cambió para siempre, en una repentina despedida en medio de una reunión familiar, la adulta mayor de 66 años en ese entonces, dijo adiós para no volver jamás a su morada en medio de la confusión de sus consanguíneos.
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“Estábamos completamente extrañados, mi mamá se estaba despidiendo de todos el día en que desapreció, pero nadie se imaginaba que no íbamos a volver a verla. Solía irse con sus amigas a dormir o a visitar nuestra casa antigua, en la calle 92 de la ciudad, pero ya no regresó”, externó Silvia Guadalupe Trejo Escamilla, una de las hijas de la abuelita extraviada.
El día que salió de su hogar, en la calle 98 entre 33 y 35 de la colonia Canul Reyes, María del Socorro Escamilla Beltrán vestía un pantalón negro, blusa con mangas tres cuartos en colores “capuchino”, rojo y verde, también portaba zapatos cafés. En lo que respecta a sus señas particulares, destaca una mancha con forma de corazón en su pantorrilla derecha, además de tener orejas grandes.
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“Después de que mi mamá no volvía, obviamente comenzamos a desesperarnos, ella padecía de sus facultades mentales, pero siempre estaba consciente de su nombre, edad y dirección, eso jamás se le olvidaba. No lo dudé mucho y apenas pasaron las horas respectivas antes de levantar demanda, acudí a la Fiscalía, pero me desilusioné con el poco apoyo que recibí”, dijo.
A partir de esa fecha, Silvia Guadalupe Trejo Escamilla, primogénita de la extraviada, ha recorrido varios puntos del Estado en busca de su madre, quien ha sido vista en sitios como la capital yucateca, Chicxulub Puerto, Telchac, entre otros municipios, la mayoría de las veces llorando y argumentando que tiene hambre.
Uno de los puntos a donde sus dos hijos acudieron fue el comedor parroquial, pero para mala suerte de los familiares no se tuvieron noticias, sino hasta un par de días después cuando se argumentaba que estaba tomando camino a través de la costa, ya que la adulta mayor fue vista en la comisaría de Chicxulub y luego hasta después de Telchac.
“Una persona se comunicó con nosotros y nos dijo que un tricitaxi la dejó en un poblado ubicado después de Telchac, argumentamos que le dieron dinero y techo porque vestía otra ropa, lo que más nos puso mal es que se dijo que estaba llorando y que tenía hambre”, agregó la entrevistada.
Justamente al encontrarse en ese punto, quien sí otorgó facilidades de búsqueda fue el entonces comisario de Chicxulub, Carlos León Charly, fallecido, aunque después del retén rumbo a Uaymitún, la ayuda ya no llegó por vía de los agentes policiacos que se negaban a dedicar su tiempo para la búsqueda.
“Hice una cantidad incontable de oficios, pero nadie nos dio respuesta, las solicitudes para pedir pistas en cámaras de vigilancia o ayuda con drones no llegaron, ahí nos sentimos abandonados por las autoridades, simplemente no contamos con ellos para nada”, externó Silvia Guadalupe Trejo.
Conforme pasaban los días, la angustia y el delirio por ver en buen estado de salud a doña Socorro Escamilla Beltrán aumentaban, pues su paso ya se veía por municipios como Motul, donde para mala suerte de sus familiares, a falta de vehículo propio, al llegar a este punto del Estado, ya no la hallaron.
El 18 de julio del mismo año en que se perdió la abuelita, se aseguró que fue vista en Temozón Norte luego de que vecinos de ese sector vieron su rostro en las noticias de aquel entonces, pero al dar rondas de vigilancia tampoco pudieron toparse a la progreseña.
El 2020, como se sabe, llegó la pandemia y las esperanzas se derrumbaron para los Trejo Escamilla, pues el peligro de que la abuelita contrajera el virus del COVID-19 por no estar vacunada o usar el cubrebocas era una posibilidad alta. Pese a ello, hace menos de un año nuevamente surgió la luz para esta familia, solo para volver a inmiscuirse en la sombra al darse cuenta de que los rumores de la aparición de la matriarca volvían a resultar negativos, pues una familia de esa zona confundió a una septuagenaria con la señora porteña.
“Ya me había resignado a tirar la toalla, estaba resignada a pensar que no volvería a ver a mi mamá, hasta que llegó una licenciada que se identificó como Karla Quintal y que trabaja para la Comisión de Búsqueda de las Personas Desaparecidas, al argumentarme que mi mamá estaba en el Estado de México, en Chalco, la desesperación es máxima porque solo esperamos que se concrete si se trata de ella”, finalizó.
Esta nueva posibilidad, otra vez ha llenado de ilusión el hogar de María del Socorro Escamilla Beltrán, aunque también causa extrañeza la manera en que pudo haber llegado a recorrer gran parte del Estado y ahora también el centro del país.
En su juventud, la abuelita desaparecida solía trabajar en la taquería junto con su esposo ya fallecido, José Felipe Trejo Jiménez, Cariño, apodo con el que era conocido y quien es recordado por la comunidad del municipio como un personaje inolvidable tras entregarlo con su compañera de toda la vida.
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CC