Más de 300 pacientes del municipio de Tizimín, así como comisarías y municipios aledaños se quedaron sin atención de salud mental porque desde marzo pasado la titular de psiquiatría del Centro de Salud Urbano fue retirada de su cargo por los malos tratos que recibía, según dio a conocer Sergio Martínez, quien explico que actualmente la atención se canaliza al Hospital Psiquiátrico en la ciudad de Mérida, lo que complica el tratamiento, además de que genera muchos gastos.
Sergio es un paciente que necesita atención mental, pues desde el 2013 padece problemas psicoemocionales, relató que desde a finales de marzo pasado, la Dra. Miriam Guadalupe Pérez Monforte fue retirada de su cargo.
Explicó que la doctora Pérez Monforte, además de ser una excelente médico, tenía que atender a más de 300 pacientes de la zona Oriente, pero por cuestiones internas desde hace mucho tiempo fue hostigada para que renunciara de su cargo hasta que en marzo fue retirada del Centro de Salud de Tizimín, cuyos pacientes quedaron a la deriva.
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Sergio dijo que hace responsable al Dr. Mauricio Sauri Vivas, titular de la Secretaría de Salud de Yucatán, por falta de responsabilidad, empatía y humanismo, pues no le importaron los estragos que causó la pandemia en la salud mental de las personas.
Explico que desde marzo no ha recibido la atención necesaria desde que fue cesada la doctora, el área quedó acéfala y más de 300 pacientes se quedaron sin atención; el afectado explicó que es responsabilidad del director del Centro de Salud Urbano, Jesús Dzib, tienen la obligación de gestionar otro médico, lo mismo que el director del hospital general San Carlos, que también debe gestionar un médico para que los pacientes no se queden sin atención psiquiátrica.
Este problema se ha estado registrando desde hace siete meses, actualmente este paciente tienen que conseguir sus medicamentos, en las dos instituciones hospitalarias antes citadas solo se otorga a los pacientes un documento denominado contrarreferencia, que sirve para que sean enviados a los pacientes hasta Mérida, lo que representa no solo gastos, sino que varios pacientes tienen que ir acompañados por sus condiciones de salud, explicó que solo por dos o una caja de medicamentos tiene que desembolsar su pasaje para viajar, además de que se pierde mucho tiempo.
“Si a la doctora la dieron de baja la obligación de ellos es gestionar que se restaure otro personal en su lugar, ya que los pacientes que dependen de este centro de salud han quedado a la deriva”, explicó.
Lamentó que pese a esta situación les otorgan un formato donde les piden que califique la atención que recibe en el Centro de Salud.
Por último, explico que personas del Gobierno del Estado le otorgaron una tarjeta universal de salud, que no tiene validez en ninguna institución, denunció que este plástico se da con tintes políticos, lejos de velar por la salud, ya que en ningún hospital la recibe.
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CC