La caída reciente de un pich que dejó un saldo de 15 automóviles dañados no es un problema aislado, ya que muchos árboles que hay en parques, avenidas y aceras corren el riesgo de desplomarse debido a los numerosos errores cometidos en las pasadas administraciones, al ser especies exóticas inadecuadas para el suelo del estado, la carencia de pocetas, la plantación espontánea y una poda inadecuada, afirmó la especialista del Centro de Investigación Científica de Yucatán, Lilia Ema Carrillo Sánchez.
Ante esta situación, estos ejemplares se vuelven una amenaza ante los fuertes vientos de los nortes y las intensas turbonadas o, bien, cuando son impactados en accidentes de tránsito.
Noticia destacada
Fraude en la venta de lotes de inversión en Yucatán dejan millonarias pérdidas, denuncian
Noticia destacada
Tormenta Tropical Julia avanza en el Mar Caribe; ¿Cuándo causará afectaciones en la Península de Yucatán?
Como se informó, el pasado domingo 2 de octubre, un enorme árbol de pich, ubicado dentro de los terrenos de una funeraria de lujo, se desplomó y aplastó cuando menos 15 automóviles que se encontraban estacionados. Lo inusual del acontecimiento es que ni ese día ni en jornadas previas hubo ningún factor que propiciara la caída: ni lluvia, ni fuertes vientos y, mucho menos, algún percance automovilístico.
En cuanto a los árboles que pudieran tener el mismo funesto destino, no hay una respuesta de la autoridad: ni siquiera hay un censo actualizado del número de árboles que hay en la capital del Estado; el más reciente es de 2017 y señalaba que había más de dos millones. Según la directora de la Unidad de Desarrollo Sustentable del Ayuntamiento de Mérida, Alejandra Bolio Rojas, se está actualizando el inventario del arbolado del Estado.
Sin embargo, de acuerdo con los especialistas, cuando menos dos de cada cinco de estos dos millones de árboles -unos 800 mil- son especies introducidas, como el flamboyán, que se ha sembrado masivamente en avenidas de Mérida, a pesar de que sus raíces se extienden y dañan las aceras, camellones y cintas asfálticas. Además, explica Carrillo Sánchez, son de los que más se caen, a causa de los fuertes vientos; recordó el que se desplomó sobre una pareja que estaba sentada en una banca del parque de La Paz o el aplastó vehículos en movimiento, en la colonia Bojórquez. La mayoría de los ejemplares caídos fueron porque estaban mal plantados o porque carecía de una buena poceta, replicó la especialista. Sin embargo, admitió que es difícil cambiar los árboles exóticos que hay en las avenidas y parques, pues muchos llevan varios años de vida.
Otro problema es que muchos ejemplares ya están muy viejos o están enfermos, por lo que la Unidad de Desarrollo Sustentable del Ayuntamiento de Mérida invita a las personas que cuando vean un árbol en esas condiciones lo reporten. Bolio Rojas precisó que, al mes, reciben de 35 a 40 solicitudes para corte o poda de árboles, pero aclaró que si la planta se encuentra en el interior de una propiedad, es responsabilidad de los dueños.
En el mismo sentido se pronunció la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en un escueto boletín, en el que señaló que tienen un programa de mantenimiento que incluye, si es necesaria, la poda de ramas sobre las líneas de electricidad; sin embargo, precisó que, podar los árboles, es responsabilidad de los dueños.
Investigadores y representantes de organismos no gubernamentales se oponen al sistema de poda de la CFE, ya que no toma en cuenta que al cortar las ramas de un solo lado provoca que el árbol pierda equilibrio, y en un momento, se venga hacia abajo, con todo y raíz.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
CC