Aunque su nombre oficial es 'Plaza de la Independencia', para todos los meridanos no hay un lugar más emblemático en la ciudad que la 'Plaza Grande', como todo mundo la llama; lugar que ha sido testigo de romances y peleas, así como es el punto de encuentro por excelencia.
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Al paso de los años, la Plaza Grande ha sufrido cambios, ha evolucionado hasta convertirse en la que conocemos actualmente, pero lo que si es seguro es que, en ella se encuentra el corazón de Mérida.
Custodiada por 4 edificaciones históricas: El Palacio de Gobierno, La Catedral de San Ildefonso, la Casa de Montejo y El Palacio del Ayuntamiento; la Plaza Grande nació con esta ciudad, la ha visto crecer, transformarse, ha visto pasar a millones de personas, incluso ha resistido el paso de huracanes, pero sigue en pie.
Entre los cambios que ha tenido, es que a principios del siglo XX, ahí por el año de 1900, en el centro, donde hoy está el asta bandera, se encontraba un kiosco, que duró relativamente poco, al ser retirado alrededor de 1906.
La 'Plaza' también el algún momento contó con rejas que delimitaban el terreno, que también fueron retiradas apenas comenzaba el siglo.
Son muchos los testimonios de que alguna vez en la Plaza Grande habitaron ardillas, que subían y bajaban de los árboles, pero de esos días ya queda muy poco y las únicas fieles que la abandonan, son las palomas siempre presentes y en espera de la gente que se acerca a tirarse migajas de pan o granos de maíz.
Definitivamente, la 'Plaza Grande' es uno de los sitios obligados y seguirá por muchos años siendo uno de los lugares más simbólicos de la ciudad blanca.
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AA