Yucatán

Encarecen insumos para la producción de hortalizas en Tizimín

A raíz de la pandemia de COVID-19, los precios de las semillas, fertilizantes y productos para combatir las plagas aumentaron, lo cual ha afectado a campesinos de Tizimín pese a tener baja producción
Los campesinos están en plena cosecha de rábanos, cilantro, lechuga y chayotes / Efraín Valencia

La pandemia continúa afectando a las personas dedicadas a la producción de hortalizas en Tizimín, pues las semillas, los fertilizantes y productos para combatir las plagas han incrementado su precio, afirmó Juan Góngora.

El entrevistado indicó que en el 2020 y 2021 fueron los críticos, porque hubo pérdidas importantes, primero, por la emergencia sanitaria y la falta de mercados para desplazar los productos; segundo, por las inundaciones causadas por los fenómenos naturales que anegaron las zonas cultivadas.

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Añadió que ahora están en plena temporada de las hortalizas, pues las lluvias y el clima fresco ayudan al crecimiento de las plantas, están cosechando rábanos, cilantro, lechuga, chayotes, remolachas, colinabo, hierbabuena, cebollina y muy pronto el repollo.

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Comentó que recientemente realizaron la siembra de pepino y mensejo, por lo que en el mes de marzo deben estar produciendo. El entrevistado refirió que, en ese momento, se encontraba con los demás trabajadores realizando la limpieza del chayote, quitando las guías y las hojas secas.

Explicó que tanto los insecticidas como los fungicidas han incrementado mucho su costo, ya que muchos son importados; por ejemplo, tan sólo el bulto de fertilizantes de 50 kilogramos podías conseguirlo de 600 a 700 pesos, ahora ya se cotiza entre mil 200 pesos y mil 250, lo que encarece la producción y las ganancias son muy pocas.

Agregó que las semillas de cualquier tipo de hortalizas han subido el doble de su valor, es decir, el 100 por ciento de su precio.

“Desde el 2020, la pandemia nos está afectando, primero el cierre de los mercados, además no sólo perdimos el capital, sino también las semillas y había que empezar nuevamente; luego vinieron las inundaciones que ocasionaron nuevamente pérdidas en todo lo que se había cultivado en el campo. En el 2021, la pandemia siguió afectando y actualmente continúa golpeándonos la falta de poder adquisitivo de las familias para la compra de alimentos”.

Góngora continuó: “Los pocos ahorros que logramos cuando hay buena temporada permitió que todo lo perdido se vaya recuperando, salimos con nuestros propios recursos, ya que esta actividad no recibe algún apoyo por parte de los gobiernos; además, la mayoría de los apoyos llegan a destiempo, por ejemplo, adquirimos fertilizante al 50 por ciento, pero eso fue hace varios años. Para pagar a los trabajadores se busca la manera de cubrir sus sueldos, aquí contamos con tres trabajadores fijos”.

Los Góngora son la única familia en esta ciudad que por tres generaciones se ha dedicado al cultivo de hortalizas; la actividad la inició Juan Góngora, quien fue muy conocido en el municipio, porque combinaba el cultivo de la tierra con la crianza de chivas, las cuales ordeñaba y salía a vender la leche de casa en casa. Posteriormente, sus hijos Ricardo y Porfirio Góngora continuaron con la tradición familiar del cultivo de la tierra y conservan sus sembradíos en la calle 33 por 47, en el Periférico de la ciudad.