Nuuk Nal es una semilla de maíz nativa de Yucatán y de difícil adquisición hoy en día, los campesinos que la siembran precisaron que es importante preservarla, pues con el paso del tiempo cada vez será más escasa, sobre todo por las empresas que usan agroquímicos, cuyos efectos dañan las semillas y los campos.
Nicasio Díaz y Andrés Che compartieron sus experiencias respecto a la mencionada gramínea, así como la necesidad de implementar un banco de semillas nativas.
En ese sentido, coincidieron en señalar que la mazorca del Nuuk Nal tarda hasta cuatro meses en desarrollarse, sin embargo, pese al largo tiempo de espera, suele tener una longitud y diámetro mayor a cualquier otra pieza de maíz. Muchos han señalado que años atrás tenía una alta demanda, no obstante, por el tiempo de cosecha se dejó de utilizar y, en ese sentido, ahora es más difícil obtenerla.
Nicasio Díaz, campesino de la comisaría, indicó que hay una gran variedad de semillas nativas de maíz, siendo las más conocidas la Santa Rosa, Gallito, rojo, morado y, en especial, el Naal Xoy; en cuanto a las semillas de frijol, se encuentran la Canavalia y la Mucuna Pruriens.
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Añadió: “Lamentablemente muchos pobladores, debido a su avanzada edad, han dejado descuidadas las milpas tradicionales donde se llevaban grandes cantidades de cosecha de maíz. Por lo que preocupa un poco que las nuevas generaciones sólo estén al pendiente de su celular, y no salgan a mirar la naturaleza y cosecharla”.
Por otra parte, el agricultor Andrés Che indicó que algo reconocido no sólo a nivel estatal, sino mundial, es que México es un país donde se cosechan grandes cantidades de maíz, así como, por consiguiente, se trata de uno de los sectores productivos más demandados.
Sin embargo, el entrevistado comentó que a muchos empresarios les agrada que la producción sea rápida, sin respetar su proceso: “Al agilizar todo este proceso con varios químicos simplemente se tiene mayor producción, pero si te fijas las mazorcas pueden tener algún defecto como un menor tamaño o un menor número de dientes en cada elote”, esto en comparación con el Nuuc Nal que no prescinde de glifosatos para su crecimiento.
Además del mencionado grano, también hay una falta de cosecha de los ibes blancos, conocidos también como frijol blanco, algo que muchos han dejado de llevar a cabo por la misma razón: el tiempo.
Ante lo complicado que son algunos cultivos o lo difícil que es encontrar alguna clase de semilla, los campesinos sostuvieron que es urgente consolidar un banco de gramíneas para que, años más adelante, se puedan usar cuando halla escasez de semillas, pues apuntan que los químicos afectan incluso hasta la tierra y terminan por dañar las semillas que ya no se pueden reutilizar.
Por esa razón, cuando estos hombres del campo tienen la oportunidad de toparse con alguna de las semillas escasas, no dudan en tomar alguna muestra para preservar este tipo de plantación.
Hay que recordar que el maíz que se cultiva en Yucatán tiene un destino prioritario de autoconsumo y sustento alimentario para las familias, además de que la milpa es un sistema de policultivo, donde junto con el maíz se cultivan otras especies vitales para la dieta y la alimentación de las zonas indígenas.
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CC