La ley que permite los matrimonios igualitarios es la conclusión de una larga batalla de 14 años, pero la lucha que viene se llama “Ley de Identidad Sexo Genérica”, afirmó la doctora Ligia Vera Gamboa, investigadora y catedrática de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
Esto permitiría que una persona nacida como varón pueda ser reconocida legalmente como mujer o nacida como mujer pueda ser reconocido como hombre. Su acta de nacimiento “primigenia” sería resguardada por el Registro Civil y se le expediría otra con su nueva identidad legal, explicó la investigadora.
Lo logrado hasta ahora con el matrimonio igualitario, cuyo impulso inició desde el 2008 -modificación del Código de la Familia de Yucatán y la Ley del Registro Civil- representa un “leve avance” y tardó demasiado tiempo por falta de “voluntad política” de los gobiernos y de los legisladores.
Esta “voluntad política” que se visibilidad en una actitud de rechazo al matrimonio igualitario se debió a concepciones personales y la falta de comprensión del concepto de “gobernanza”, que significa gobierno para todas las personas.
Vera Gamboa es experta en temas de género y sexualidad, y ha manifestado posturas de avanzada en cuanto a la defensa de los derechos humanos, la equidad y paridad de género que favorecen a la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero).
La experta señaló que la lucha que viene es impulsar en el Congreso una iniciativa para crear la Ley de Identidad Sexo Genérica, para que las personas “trans” tengan todos sus derechos.
Explicó que sólo en la Ciudad de México las leyes permiten ese cambio legal a favor de las personas trans, pero en Yucatán hace falta seguir trabajando por ese camino.
Se requiere reconocer que una persona que haya nacido con el sexo biológico de hombre y no se identifique con ello pueda solicitar al Registro Civil su cambio de género, lo mismo con el caso la mujer trans.
Los varones o mujeres biológicos que se identifican como mujer o como varón deben tener a salvo sus derechos para hacer ese ajuste legal sin ninguna discriminación o impedimento alguno. Esto permitirá cambiarse de nombre y de género legalmente.
Esta ley debe ir acompañada de otra ley: ley de infancia trans, en la que los chicos o chicas desde la niñez puedan hacer el cambio con el apoyo y respaldo de sus padres, así facilitará la transición y ésta será menos dolorosa para quienes la realicen.
Recalcó que espera que estos cambios legales no duren tanto, como en el caso del matrimonio igualitario, y que proceda con facilidad y prontitud.
En Yucatán se tiene el registro de un caso que luego de una larga batalla legal logró cambiar su género. Se trata de Muñeca Aguilar Martínez, ya reconocida legalmente como mujer y destacada activista en temas trans.
Vera Gamboa dijo que otro aspecto que debe revisarse es el embarazo interrumpido, que es una decisión libre de cada mujer, pero que debe ir acompañado de educación sexual para que sea un aborto seguro.
Afirmó que se han hecho pequeños avances en este sentido, pero que falta mucho por caminar. Ella lanzó preguntas: “¿Se está aplicando aborto seguro en Yucatán?, ¿bajo qué condiciones o se sigue victimizando a las mujeres que lo practican?, en alusión a un programa federal que lleva ese eslogan de aborto seguro.
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CC