Campesinos de Oxkutzcab recurrieron al Ch’a Cháak, una ceremonia maya que tiene como finalidad pedir a los dioses que durante la cosecha no falten las lluvias y que la tierra sea fértil para poder trabajarla.
Es una ceremonia de petición que los mayas llevan haciendo desde tiempos inmemoriales con el fin de que nunca falte lluvia y que sus espacios naturales siempre sean fértiles. Dentro de los preparativos se coloca un altar que representa el centro del mundo, que el meen (sacerdote) utilizará para realizar el rito.
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En la celebración del Cha’a Cháak participan hombres y mujeres, cada uno haciendo lo que les corresponde; los varones se van al monte por la madera y dejan listo el hoyo del pib, mientras que las mujeres preparan la comida y los panes para el ritual.
Pasando el mediodía, Prudencio, campesino, anunció que esa hora de llamar a los guardianes de los cuatro puntos cardinales para ofrecerles las ofrendas del altar. “Al mismo tiempo se hacen las plegarias para pedir permiso para la siembra de cultivos, para que así nunca nos falten lluvias ni espacios naturales”, mencionó Luis Antonio Ruiz, quien fue encargado de realizarlo.
Los socios de la unidad agrícola e invitados participan en un convivio donde comparten la sopa del ritual, los panes, así como el sacab y el balché, bebidas sagradas de los mayas.
Luis Antonio Ruiz menciona que llevan más de 15 años realizando este ritual y tienen fe en que los dueños y señores del Mayab escucharán sus intenciones y les concederán una excelente cosecha, “con la ceremonia Ch’a cháak pedimos se nos permita trabajar y al mismo tiempo agradecemos por lo que nos da la madre tierra; esto lo hemos hecho por muchos años, seguiremos con este ancestral ritual y se lo enseñaremos a nuestros hijos y nietos”, concluyó.
Cabe mencionar que, en la temporada de sequías, existen diversas ceremonias relacionadas con la petición de las lluvias. La ceremonia del Ch’a Cháak, es un ritual practicado por las comunidades mayas, dirigido a los dioses o deidades del monte para que llueva y exista una buena cosecha.
El ritual es realizado en el monte y otros lugares abiertos, con la finalidad de hacerlo más inclusivo para la comunidad.
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CC