Debido al impacto social que trajo la pandemia y al auge cada día mayor de la tecnología, es más difícil acercar la religión a las nuevas generaciones, por lo que es normal que muchos jóvenes terminen recurriendo a otros intereses, entre ellos, unirse a nuevos grupos religiosos fuera de la fecatólica, comentó Jorge Martínez Ruz, coordinador de la pastoral de comunicación de la Arquidiócesis de Yucatán.
El día de ayer POR ESTO! publicó un informe basado en datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi) el cual registró que del 2010 al 2020 hubo un incremento del 15.2 por ciento de católicos mayores de cinco años de edad en todo el país, pero específicamente en la Península, las personas que profesan una religión distinta a la católica aumentó, a su vez, en un 48.91 por ciento en el mismo periodo.
Además de que Yucatán se ubica como la segunda entidad en la región con un aumento de personas que practican otras religiones o ninguna, destacando que cuatro de cada 10 yucatecos no son católicos o nunca lo fueron.
Martínez Ruz dijo que desde la Arquidiócesis se ha reportado un descenso en el número de participaciones y acercamiento de fieles católicos en las iglesias, sin embargo, aseguró que este panorama tiene como causa las afectaciones provocadas por la pandemia de COVID-19.
Y aunque las cifras sí llamaron la atención a la autoridad eclesiástica, dijo que también lo atribuyen a un aumento en la población en esos últimos 10 años, pero aun así, “respetamos la decisión y creencia de cada persona”, dijo.
Al cuestionar si han detectado algunas de las causas del porqué cada vez hay menos católicos en las iglesias, dijo que existen diversos factores, como es el cambio de estilo de vida de las personas postpandemia y el uso de las nuevas tecnologías, que trajo consigo nuevas formas de consumo y de comportamiento.
Respecto a la población juvenil, dijo que hay un mayor interés en el uso de las redes sociales, lo cual ha sido todo un reto para la Iglesia católica lograr integrarse a estos formatos, ya que los jóvenes suelen consumir contenidos más rápidos y con poca información.
Martínez aseguró que, si bien hay un faltante, sí hay presencia de jóvenes, “pero no son números tan grandes; algunas labores sociales de acciones que estaban reservadas para jóvenes por el dinamismo como un viacrucis o una obra de teatro o algún trabajo fuerte si suele ser difícil para un adulto o adulto mayor”, comentó.
Incluso, destacó que algunas personas tuvieron que enfrentar una dura crisis económica, lo cual los obliga a tener mayores responsabilidades laborales, lo cual los aleja de su fe.
Por último, pidió a la población acercarse a cualquier fe religiosa, siempre y cuando haya un encuentro verdadero con Dios.
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CC