El Colectivo Ma’alob Cuxta, conformado por pobladores de Kanasín y San Antonio Tehuitz, denunciaron que durante los procesos de autorización de la planta Iberdrola se violaron sus derechos humanos y se evidenciaron una serie de irregularidades en los documentos de impacto ambiental. Aunque celebraron que la Semarnat suspendiera el megaproyecto termoeléctrico, dijeron que estarán alertas por la intención de la empresa de someter a revisión la planta.
Los miembros de esta agrupación dieron seguimiento al proceso de Evaluación de Impacto Ambiental donde notaron irregularidades en el proceso, así como los efectos en el ecosistema que este generaría.
En colaboración con académicos y organizaciones, el colectivo encontró que el megaproyecto quemaría 150 millones de pies cúbicos de gas al día, “generando más emisiones que todos los vehículos de Yucatán juntos”, que serían desalojados a través de una chimenea de siete metros de diámetro y 22 metros de circunferencia.
En cuestiones de salud destacaron que los gases tóxicos que generaría la planta, específicamente el óxido de nitrógeno, provocará daño al sistema respiratorio, circulatorio e inmunitario. A largo plazo, provocarían un desarrollo pulmonar más lento en niños y la aparición de enfermedades respiratorias y cerebrovasculares, entre otras.
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Por su cercanía con la Reserva Estatal Anillo de Cenotes, señalaron que Iberdrola pretendía extraer 223 millones de litros de agua por año, y usar aditivos tóxicos, lo que sería un riesgo sin precedentes, ya que Kanasín representa una zona de recarga local del acuífero y funciona como humedal con interacciones ecohidrológicas.
Incluso, en los muestreos de fauna que se llevaron a cabo durante cuatro días, que aseguraron no fueron suficientes, la MIA recoge la presencia de fauna endémica y protegida bajo diversos estatus en la NOM-059-SEMARNAT-2010. En el Área de Influencia del proyecto se reportaron 12 especies con alguna categoría de riesgo.
Vestigios mayas
En relación con la violación de derechos humanos, el 14 de enero de 2021 un miembro del colectivo solicitó a la Semarnat que pusiera la información completa del proyecto a disposición de la comunidad y que se sometiera al proceso de consulta e información pública previsto en la ley.
Cabe destacar que la solicitud incluyó una petición explícita de confidencialidad: “por razones de seguridad, ya que temo por mi integridad física y la de mi familia, solicito a esta autoridad omitir la publicación de mi identidad y datos personales”, dijo el ciudadano.
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CC