Tras más de 100 años de pertenecer a su familia un terreno, cuya propiedad corresponde al ciudadano Tito Cetina Chuc, de 74 años de edad y poblador de Seyé, ha sido invadido por personas que no cuentan con documentos legales que acrediten su derecho de vivienda. Por ello, el abuelito pide ayuda a las autoridades estatales y federales para que intervengan.
Al realizar la denuncia ciudadana a este medio de comunicación, el señor narró con desesperación que desde hace alrededor de tres meses los vecinos le informaron que unas personas comenzaron a apropiarse de su terreno, el cual se encuentra ubicado en la calle 33 número 150 en la esquina con 38 del rumbo del exrastro municipal.
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El señor aseguró que cuenta con los documentos que acreditan la compra-venta de este terreno, por lo que compartió que los “invasores” no tienen derecho a meterse y empezar a trabajarlo, dado que él desde hace un tiempo comenzó a hacer lo propio para poder habitarlo.
“Yo vivo en la comisaría de San Bernardino, pero mi terreno está en la cabecera municipal en Seyé, hace unos tres meses los vecinos me informaron que unas personas comenzaron a invadirlo y empezaron a chapearlo, por lo que me empecé a preocupar y al ir a verlo constaté que era cierto, por eso pido ayuda de las autoridades estatales y federales”, relató.
El septuagenario explicó que al enterarse de esta situación acudió primero a la Comuna, pero se llevó la sorpresa que el departamento de juez de paz ya les había otorgado los permisos a las personas, de las que dijo no conocer su nombre, para que éstas pudieran trabajar el terreno. “Creo que hay un mal entendido con las autoridades de aquí porque cuento con los documentos que acreditan que el terreno perteneció a mi madre y ya lleva más de 109 años que nos pertenece, por eso no se nos hace justo que otras personas quieran trabajar algo que no es de ellos”, señaló.
Recordó que no es la primera vez que sucede una invasión como esta, pues durante las administraciones municipales se han “apadrinado” a personas que tienen dinero, por lo que incluso la familia “Herrera” había tenido la titularidad de las tierras durante varios años.
“Nosotros lo comenzamos a limpiar desde hace dos años, pero de eso vino la pandemia y ya no pudimos trabajar porque no podíamos salir de casa y ahora que llegué a verlo me entero de que ya habían puesto a una señora en ese lugar para que lo trabaje”, anotó.
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CC