En total, 4 mil 387 jóvenes presentaron el Exani-1 para cursar el bachillerato en una de las preparatorias de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), en el ciclo escolar 2022-2023, el pasado sábado. Sin embargo, padres de familia manifestaron que sus hijos han presentado estrés posterior al examen de admisión, aseguran que la ansiedad de saber si fueron aceptados es enfermiza. Los jóvenes temen tener que buscar otras opciones si no son admitidos, además de la frustración de haber gastado en cursos para aprobar.
El pasado 28 de mayo miles de jóvenes yucatecos acudieron a las instalaciones de las preparatorias Uno y Dos de la UADY, que son las opciones preferidas de los estudiantes para ingresar con mayor facilidad a alguna licenciatura. Sin embargo, de los que presentan solamente se queda el 60 por ciento. El año pasado de cuatro mil 657 jóvenes que finalizaron su secundaria, la casa de estudios sólo admitió a dos mil 900, lo que dejó fuera del proceso a mil 757 estudiantes.
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Los resultados de la prueba se darán a conocer el 10 de junio próximo; padres de familia están preocupados por la salud mental de sus hijos, ya que la mayoría de los jóvenes ha presentado cuadros de estrés y ansiedad por la espera.
No es el fin del mundo
“Le he explicado a mi hijo de mil maneras que aunque no sea admitido en la Prepa Uno, que fue su primera opción porque sus hermanos ahí estudiaron, no es el fin del mundo, hay otras alternativas. Pero sobrevalorar esa escuela ha hecho que quienes toman en serio sus estudios y su futuro quieran entrar ahí, mi hijo no ha podido dormir y así de estresados estuvieron también mis otros hijos en su momento, esto del Exani pone en juego la salud de los chicos”, dijo José Alonso.
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Por su parte, los jóvenes manifestaron que no sólo se trata de entrar o no al colegio, sino del sacrificio que han hechos sus padres para pagar cursos propedéuticos para que ellos tengan más oportunidades de entrar.
“Toda mi familia ha asistido en escuelas de la UADY desde que tengo uso de razón, y me siento con la obligación de entrar, además mis papás tuvieron que pagar casi tres mil pesos por los propedéuticos para prepararme y tener mayor oportunidad, me duele el estómago, me siento angustiado y hasta dentro de dos semanas dan el resultado, sólo espero pasar”, dijo A.F.A.
Aunque en la ciudad hay más de 119 opciones para que los jóvenes estudien el bachillerato, desde escuelas públicas hasta privadas, los estudiantes esperan ser admitidos en la UADY. Los padres manifestaron que es más la importancia que se le da que el nivel académico de la universidad, por lo que apoyarán a sus vástagos, aunque no logren entrar a esa institución.
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CC