Yalcobá, comisaría de Valladolid, donde se asienta el Grupo Xcaret, que ya destruyó la naturaleza y causó daños irreparables a ocho cenotes, debería de seguir el ejemplo del pueblo organizado de Homún para oponerse a megaproyectos que sólo buscan la explotación de la naturaleza con fines económicos, afirmó José Clemente May Echeverría, uno de los integrantes del organismo ciudadano Guardianes de los Cenotes de esa comunidad.
“El pueblo indígena debe organizarse y defender el medio ambiente, sobre todo los cenotes que es el recurso para hacerse de la economía para sus familias”, dijo May Echeverría. Recordó que en Homún la población se organizó e inició la lucha para defender los recursos naturales, pues hay más de 260 cenotes que se ubican dentro de la zona conocida como Anillo de Cenotes, que es la fuente más importantes del recurso hidrológico de Yucatán.
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POR ESTO! publicó que el Grupo Xcaret prefirió pedir perdón y no permiso en su proyecto del Parque Xibalbá, en Yalcobá, comisaría de Valladolid, donde hizo perforaciones a ocho cenotes y los conectó a través de un río subterráneo, lo que modificó por completo el perfil único que tienen los cenotes en su formación de millones de años y lo mismo que la flora y la fauna. Precisamente, por eso la Semarnat clausuró las obras y cerró definitivamente el proyecto en la que había invertido, por lo menos mil millones de pesos.
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Clemente May Echeverría dijo que no es posible que las grandes empresas estén causando grave daño a los cenotes, tal como sucedió en Homún, pero que la población se organizó a tiempo y le puso freno y ahora hay un litigio que sigue pendiente de resolver pero que pronto podría tener un resultado positivo para los niños y niñas de la comunidad.
“Organícense”
En ese sentido hizo un llamado a la población indígena de Yalcobá a que se organice y enfrente al poderoso Grupo Xcaret para que deje de dañar al medio ambiente. “Así como nosotros lo estamos haciendo ellos deben de iniciar y organizarse, sabemos que no es fácil pero todo se puede lograr si hay voluntad”, señaló.
“En algún momento el ejido vendió las tierras, pero lo que llama la atención es que el gobierno federal permitió que inicie el proyecto Xibalbá. Aquí en Homún, dijeron que había una MIA, pero en realidad nunca lo hubo y aún así seguían construyendo la grande de cerdos PAPO, filial de Kekén”.
Dijo que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) deben ser más rigurosos cuando se trata de empresas muy grandes que pretendan hacer un proyecto en alguna comunidad, pues por lo general buscan hacer obras que alteran el contexto ecológico.
Añadió que deben de exigir que se haga la consulta al pueblo indígena, pues sólo así pueden enterarse de lo que una empresa grande como Xcaret quiere hacer en los terrenos aledaños y evitar proyectos que afecten al manto acuífero.
Pidió asimismo que los cenoteros de Yalcobá se organicen para defender la naturaleza, tal como sucede en Homún, donde también la población se sumó y recibió el apoyo de organizaciones civiles locales y nacionales e internacionales como el caso de Greenpeace, quien los respaldó con más de 18 mil firmas electrónicas.
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CG