Una denuncia ciudadana frenó la destrucción de manglares en la comisaría de Chuburná, en la zona ubicada entre el playón y el puerto de abrigo, donde una constructora estaba realizando una limpieza del área. Al sitio acudieron policías estatales, quienes detuvieron las acciones la empresa particular.
Con maquinaria pesada, una constructora estaba sacando arena para la construcción de un club de playa que llevara el nombre de “Cabo”. Fue Alberto Rosado Cáceres, vecino presente en el sitio, quien pidió la intervención de las autoridades estatales.
En entrevista con POR ESTO!, Rosado Cáceres señaló que la constructora le está haciendo un daño al ecosistema, pues de acuerdo a lo estipulado por la ley, solo se le otorga a estas empresas limpiar un 30 por ciento del terreno en cuestión, sin embargo, se ha avanzado cerca de un 80 por ciento con maquinaria, es decir, se limpió un excedente de 700 metros cúbicos de arena.
“Sólo veo como sale camión tras camión y no sé donde va a parar esa arena, lo cual también sé que está prohibido”, dijo, y añadió que en el terreno aledaño a la construcción también están quitando mangle, “ahí se cuenta con vegetación en peligro de extinción, que también está desapareciendo”, agregó.
Rosado Cáceres señaló que esa vegetación era cuidada por los vecinos como la cactácea, un tipo de cactus endémico de la zona, pero los constructores lo han desaparecido.
Además, el ciudadano comentó que se ha causado perjuicio a las propiedades aledañas a la zona, como ocurrió con su domicilio, pues por las excavaciones se genera erosión y se dejan huecos en la zona, que a la larga también dañan el ecosistema.
También dijo que están trayendo material pétreo de alguna otra parte, lo cual también supone un riesgo ecológico, pues si no se tiene cuidado se pueden introducir especies de plantas que no pertenecen a la región, pues dicho material contiene semillas que podrían causar un daño ecológico severo al ecosistema.
“Cuando nosotros construimos la Semarnat nos dio el permiso con la advertencia de no tocar la flora y sólo hacer un caminito para poder ir hacia la playa con el fin de cuidar la vegetación, pues esto antes era una reserva, es por ello que ahora no entiendo como ellos han podido hacer tanto en el lugar cubierto de flora y fauna”, comentó.
Llegó la Policía
Rosado Cáceres llamó a la policía y los agentes exhortaron a los trabajadores y al maquinista a no seguir dañando el ecosistema; trascendió que, aunque de momento se suspendieron las labores, la próxima semana los trabajadores regresarán al sitio y operarán de forma regular.
El vecino afirmó que la construcción tiene más de un año, “pero es ahora cuando ya se empiezan a notar los daños que están causando”.
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JG