Análisis clínicos realizados a personas que consumieron cochinita en Seyé, el domingo 12 de junio, en un puesto de comida del mercado, confirmaron que se intoxicaron con clembuterol, informó en un comunicado la Secretaría de Salud.
“Muestras realizadas a pacientes de esa población que presentaron similar sintomatología por probable intoxicación alimentaria resultaron positivas a clembuterol, por lo que se continúa con las labores de vigilancia epidemiológica para salvaguardar y proteger la salud de los yucatecos, en apego a la Norma Oficial Mexicana NOM-017-SSA2-2012”, indicó la dependencia, en un breve comunicado.
Noticia destacada
Cochinita contaminada en Yucatán: Responsable de usar clembuterol pasaría 8 años en prisión
Noticia destacada
Cochinita contaminada en Yucatán: Cuáles son los efectos del clembuterol en el cuerpo humano
A pesar de la evidencia en los intoxicados, Salud estatal dice que no encontró residuos de esta sustancia -utilizada para la engorda, pero prohibida por la ley- en otros dos cochinos que fueron sacrificados tras el problema de salud en la población. La dependencia no explicó la contradicción en los análisis y justifica la falta de pruebas en el alimento preparado en que se consumió todo el día de la venta.
Como se informó, un cerdo con clembuterol en la sangre fue cocinado en cochinita pibil, uno de los guisos más apreciados en la gastronomía yucateca, con alta demanda, sobre todo, los domingos, causaron una intoxicación “masiva”: 500 personas recibieron atención médica por problemas gastrointestinales al poco rato de haber ingerido la carne, lo que causó un problema de salud pública, principalmente, porque sólo había dos médicos.
De hecho, de acuerdo con las primeras informaciones, 13 personas requirieron hospitalización, algunas en el Hospital Agustín O’Horán, de Mérida, y clínicas privadas; el centro médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Acanceh, también recibió pacientes.
Al día siguiente, el lunes 13 de junio, en entrevista exclusiva, la alcaldesa Diana Isabel Dzul Leo, informó que, la noche del mismo domingo 12, recibió el informe de la Secretaría de Salud que daba cuenta de que las personas que consumieron el tradicional platillo, se intoxicaron con clembuterol. Sin embargo, horas después no quiso abundar en la información y pidió “esperar” los resultados de la Salud.
Los afectados habían consumido la cochinita con don “Beto Huchim” (Humberto Huchim), quien, junto con su familia, resultó también intoxicado; su esposa Yanel González Chay, tuvo que ser trasladada a la clínica Santa María, en Mérida. En el patio, los vendedores tenían aún dos cerdos que no fueron sacrificados para el guiso y una de las hijas de don Beto dijo que su padre había comprado los marranos a la empresa Kaki, un emporio ubicado en la comisaría de Sac Chic, a 7 kilómetros de Seyé, pero que no sabía que recién los habían vacunado o inyectado algo.
Una investigación del diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía reveló que la granja -que se encuentra ubicada en una zona vulnerable como es el Anillo de Cenotes- es propiedad de la familia Esquivel Iglesias, y que trabaja con una razón social distinta: “Hacienda Tekik”.
Una colaboradora del local de cochinita pibil de Humberto Huchim de Seyé, el origen de la intoxicación masiva, señala que “es recurrente la compra de cerdos a Kaki”.
La empresa fue fundada desde el año 2002 por los hermanos Alvar Humberto, Rosa Patricia y David Joel Esquivel Pérez y Alvar Humberto Esquivel Iglesias. Este último es apoderado legal del rancho.
El comunicado de la Secretaría de Salud establece que “resultaron negativas las pruebas a clembuterol aplicadas a los cerdos que cría un producto y expendedor de alimentos” (en referencia a “don Beto”), pero no dice si intervino en la empresa Kaki -señalada por el propio comerciante como proveedora de los animales- para investigar el posible uso de la sustancia. Sólo dice que “seguirá con las tareas de seguimiento con base a la normatividad sanitaria vigente”.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
JG