Molineros denunciaron la venta de tortillas pirata en Yucatán, hechas de maíz “rezagado”, agua sin potabilizar y cantidades “industriales” de cal, lo que pone en riesgo la salud de los consumidores.
Sergio Jarquín Muñoz, presidente del Consejo Rector de la Tortilla Tradicional, advirtió que hay fabricantes de este producto que, con la premisa de ahorrar costos, utilizan ingredientes insalubres.
De ahí que, explicó, el kilogramo, en algunos casos, esté muy por debajo del precio que debe tener; advirtió que si una tortillería da el kilogramo menor del rango entre los 23 y los 30 pesos, “se debería dudar de la calidad y pensarlo bien antes de comprarlo y consumirlo”.
“Para el bajo costo se utilizaría maíz ‘rezagado’ o harina de maíz, agua no potable, cal en grandes cantidades y puede que contenga tortillas de días anteriores, cabe aclarar que, la cal, no es la cal que se usa para la construcción, debe ser de la denominada “cal viva”, la cual ayuda al proceso de nixtamalización”, aclaró.
El presidente del Consejo Rector de la Tortilla Tradicional explicó que es relativamente sencillo detectar la tortilla “falsa”, ya que la consistencia de estas cambia con las de una mejor calidad.
“Podrían tener mal olor, aunque eso se puede disimular con un excedente de cal, pero también se puede observar que el color de estas es más blanca, cuando debe ser cremita por los pigmentos de maíz, las tortillas bien elaboradas deben ser suaves y que no se agrieten ni se rompan en poco tiempo, además de tener una textura consistente y que al recalentarlas no queden duras y se deben de inflar, las tortillas “originales” pueden guardarse hasta por tres días e incluso más si están en una bolsa de estraza, y al ingerirlas no deben sentirse saldas o terrosas” explicó.
Comentó que algunas tortillerías engañan al consumidor y les venden dicho producto a bajo costo y con menor calidad, pero el valor nutricional se reduce; además, hay riesgo de padecer malestares estomacales e incluso en infecciones intestinales.
“Hay que comprar en molinos donde se pueda observar el proceso de elaboración, si el precio es menor se debe dudar de su elaboración y si detectan una tortillería pirata denunciar a la Profeco”, explicó.
Este problema se suman al que otros molineros han denunciado respecto a la piratería, pero en la venta, es decir, a la presencia de mototortilleros que deambulan por las calles y venden directamente en los domicilios.
Los industriales de la masa y la tortilla también se han quejado del incremento en sus costos, que han tenido que reflejar en el precio al público del kilogramo.
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JG