La marea roja, la baja captura y el precio del pulpo ha generado una crisis en el sector pesquero del centro y oriente de Yucatán. En Chabihau, donde no han podido salir a pescar, los hombres de mar arrastran un adeudo de cuando menos 750 mil pesos por el mantenimiento de sus navíos; mientras que en el Litoral Oriente solo están pescando una tercera parte de lo previsto, sumado a que el precio decayó a la mitad.
En Chabihau hay unas 150 lanchas que gastaron cuando menos 10 mil pesos en mantenimiento para la temporada de pulpo que inició el pasado 1 de agosto; sin embargo, por la presencia de la marea roja no salieron al mar. Solo la mitad salió por peces de escama que comenzaron a aparecer en la zona huyendo de la marea roja que en ese momento se encontraba por el Litoral Oriente.
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Por lo tanto, hay unas 75 lanchas de las que sus propietarios se endeudaron para tenerlas listas para la captura de pulpo y no han podido salir al mar, lo que deja una derrama económica de 750 mil pesos.
Santiago Cetz, dueño de una compañía pesquera, detalló que su compañía, invirtió cerca de 100 mil pesos para darle mantenimiento a los navíos; mientras qu ellos pescadores independientes gastaron entre 10 a 15 mil pesos por embarcación. Sin embargo; en el puerto de abrigo, son 7 las empresas que hicieron la misma inversión para esta temporada producto de sus propios ahorros de cuando culminó la temporada de molusco en diciembre del año pasado.
“Tanto las compañías pesqueras como los pescadores independientes estamos presentando deudas debido a la fuerte inversión que realizamos para el mantenimiento de las embarcaciones y la refrigeración de la carnada que adquirimos para esta temporada”, recalcó Santiago Cetz.
“Llevamos 10 días sin salir a la pesca de pulpo, todos esperábamos una buena temporada”, comentó.
Por si fuera poco, a raíz de esta agua mala el precio de la escama tuvo su desplome, de estar el mero en 150 pesos el kilo descendió a 110; mientras que el boquinete bajó de 200 a 170, y la rubia de cotizarse en los 80 pesos el kilo bajó a los 50 pesos.
El pescador Pascual Méndez apuntó que el apoyo de 7 mil 200 que recibieron los hombres de mar del Gobierno Federal, “muchos optamos por invertirlo en nuestros navíos, pensábamos que íbamos a recuperarlo en la primera semana de actividad marina, pero “ahora estamos viendo que hacer, los gobiernos municipal y estatal no ha dicho nada, será una larga temporada que estaremos paralizados”.
Además, apuntó que tiene un gasto extra, de 200 pesos diarios de hielo para no perder la carnada del pulpo, por la que invirtieron 30 mil pesos para la primera semana.
Los pescadores afirmaron que tienen en planes salir a probar suerte dentro de un mes, hasta que el fondo del mar se haya acomodado de nueva cuenta o de lo contrario tienen la esperanza de un norte que acerque al molusco.
“Gan salido compañeros a pescar, gastan 70 litros de gasolina y no han logrado capturar nada, ni escama ni molusco, estamos sin nada”, señaló Pascual Méndez.
Los hombres de mar, apuntaron que la única opción que tienen es alejarse hasta otros puertos para ver si pueden obtener producto, de lo contrario, tendrían que seguir esperando hasta que la situación mejore.
“Este golpe es muy grande, ojalá seamos tomados en cuenta por el Estado, lo que nos dieron de dinero fue invertido para trabajar y todo se ha perdido”, apuntó.
Mientras que en el Litoral Oriente, pescadores de esta parte del Estado se encuentran con los ánimos caídos después del arranque de la temporada de pulpo, pues los hombres de mar solo están capturando de 15 a 20 kilos, cuando esperaban unos 60 cuando menos; además de que las cooperativas están comprando el molusco en 70 pesos, menos de la mitad de lo que esperaban en un inicio: 160 pesos.
En los puertos, las embarcaciones están semiparalizadas, pues la mayoría prefiere no salir a la pesca porque ha estado muy baja la captura de las diferentes especies marinas, señaló el pescador Santiago García.
Explicó que lo que logran pescar no les alcanza para cubrir los gastos, ya que el litro de combustible está en 24 pesos.
La temporada solo ha traído deudas, pues hasta la fecha no han logrado recuperar lo que se invirtieron en hilos pulperos, plomos, jimbas, entre otros implementos para la pesca del pulpo.
Esto ha generado que la gran mayoría de la gente que vive en comunidades vecinas y que solo van a trabajar en temporadas altas prefieran regresar a sus casas, como Miguel Canul quien explicó que al menos en su comunidad puede dedicarse a otro trabajo para buscar el sostén de sus familias.
En Río Lagartos, San Felipe, Las Coloradas y El Cuyo la situación es la misma, los pescadores que pensaron que sería un buen inicio de temporada de captura de pulpo se han llevado la peor decepción al capturar escasos kilos que no son suficientes para pagar a los alígeros, al de la embarcación y al patrón.
En relación con la captura de langosta, después de 15 días que los buzos tuvieron buenos dividendos, pero también bajó drásticamente, según atribuyen que nuevamente las especies se internaron mar adentro después del paso de la marea.
En cuanto al mero, los pescadores también reportan baja captura, apenas y les alcanza para la comida; varios de los pescadores atribuyen este problema tanto al fenómeno natural que ocurrió, como la sobreexplotación y la pesca furtiva.
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CC