Anette Mitchell Vega Osorio es una joven de 22 años originaria de Valladolid que de manera amena y alegre, nos brinda la oportunidad de conocer cuáles son sus metas y cómo lucha por alcanzarlas, dice que el arte de la pintura nació en ella y fue descubriéndolo a medida que fue creciendo.
Mencionó que estando en la secundaria escogió el taller de artes visuales y su maestra, Gabriela Monforte, la animó y la alentó con sus creaciones, motivándola a experimentar con varias técnicas: “Podía pasarme muchas horas practicando y mejorando lo que hacía, viendo que cada vez me salía mejor”.
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Explicó que lo que más le gusta y cree hacer con mayor facilidad, son los rostros de personas o figuras de varios tipos de animales como son: aves, tigres, osos y jaguares, entre otros y con varias técnicas.
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Dice que, al escoger la carrera de licenciada en Educación Artística, lo hizo con el afán de mejorar este gusto y amor por la pintura, pero que en ella sólo una materia era la enfocada a este tema, la cual era la enseñanza de las técnicas de arte, pero de manera muy general y que ella por su parte tenía que practicar mucho e investigar para mejorar su técnica, lo que mejor maneja es el acrílico y la segunda que disfruta mucho es la acuarela.
Dice que durante la pandemia realizó dos cuadros que quería regalarle a su mamá y a su hermana y al terminarlos los subió a Facebook, por lo que mucha gente empezó a preguntarle si lo hacía para vender y si les realizaba algunos, de esta manera inició una manera de ganarse unos pesos pintando retratos, así como imágenes personalizadas con la técnica de acrílico y resina, por lo que ya no recuerda cuántas de estas creaciones ha producido durante estos dos años.
Como todos aquellos que aman lo que hacen, a ella no le gusta planificar al 100 por ciento, porque siente que el camino o el tiempo te lleva a cosas que a veces no esperabas, siempre le decía a su mamá que ella algún día sería muy buena en lo que le gusta hacer: “Por eso cuando empiezo algo siempre le pongo todo el empeño para que salga muy bien. Me gustaría algún día abrir una galería en la Calzada de los Frailes, porque allí converge mucha gente, o por qué no, una escuela de arte donde se enseñe no sólo pintura, sino también danza, teatro y música”.
Manifestó que para ella fue muy importante el apoyo de su familia y que eso es un factor que incide fuertemente en las decisiones de los jóvenes al escoger una carrera o iniciar un trabajo. De igual manera reconoce el apoyo de las instancias municipales, estatales y federales, vinculadas a las artes, es vital para que los que dominan una expresión artística puedan consolidarse o darse a conocer.
Exhortó a todos los que aman alguna de estas manifestaciones, en particular a los jóvenes, a nunca darse por vencidos, a perseverar siempre y luchar por obtener sus logros, porque cuando se quiere, todo se puede.
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CC