Raúl Asís Monforte González, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), señaló que en Yucatán hay viviendas deshabitadas debido a que existen personas que adquieren los predios no para habitarlos, sino para rentarlos, y al no lograrlo la vivienda permanece desocupada.
Como informó POR ESTO!, el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) informó que en el primer trimestre del año, mil 620 casas y departamentos hipotecados están en el abandono en Yucatán.
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“Hay gente que adquiere esas propiedades para sacarle rentabilidad con el alquiler y muchas veces no hay el mercado”, dijo.
“Entonces, hay que tener cuidado dónde se invierte el dinero”, expuso sobre la apuesta de renta para locales comerciales, que luego no resulta un negocio redituable a corto plazo.
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El titular de la CMIC precisó que además de la compra de casas para rentar, otra problemática son los retrasos derivados del “excesivo número de trámites y burocracia para que el proyecto pueda estar funcionando”.
En ese sentido, lo principal es proveer de servicios básicos. Sin embargo, se han dado los casos de que se terminan de construir las zonas habitacionales y resulta que no cuentan con luz eléctrica, agua potable, telecomunicaciones, alumbrado público y calles pavimentadas, lo que después dificulta su venta y se refleja en el abandono.
Entre los más sonados se encuentran numerosos fraccionamientos de Kanasín (unos 200 hasta finales de 2021), cuyos colonos se han quejado de la falta de municipalización.
“El desarrollador de vivienda se enfrenta todos los días con normatividad compleja, que tiene que ver con el ámbito municipal, estatal o federal y con las prestadoras de servicios, de luz eléctrica, agua potable o telecomunicaciones”, expuso Asís Monforte.
“Muchas veces esos trámites están inconexos entre sí. Ahí podemos intervenir (CMIC) y hemos pedido que se haga una valoración de los trámites para determinar cuáles dependen de otros para ir facilitando esos procesos”, agregó.
“Es complicado tener una ventanilla única, pues quien te recibe los trámites no puede ser experto en todo”, aclaró y valoró que la buena respuesta de las autoridades: “Están muy conscientes de que agilizando y digitalizando los procesos vamos a poder acercarnos a ese ideal de una mejora regulatoria sustancial”.
El dirigente señaló que antes de ponerse en marcha una obra ya se hizo un estudio y valoración, los cuales son aprobados. “Cada empresa es completamente libre de hacer los desarrollos que más le convenga, de acuerdo a su estrategia de negocios, pero obviamente para una mejor rentabilidad tienen que hacer un estudio de mercado que demuestre que ese proyecto puede tener éxito”.
“Y, además, el proyecto se debe realizar con una magnífica calidad para que resulte atractivo y competitivo para su competencia”, indicó, pues no tiene sentido construir algo que no ofrecerá un beneficio.
“Debe haber estudios de mercado que soporten la demanda de esos productos (inmobiliarios)”, sostuvo Monforte González.
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CC