En Yucatán hay 59 mil trabajadoras del hogar, de las cuales seis de cada 10 perciben que sus derechos no se respetan y una de cada cinco enfrenta maltrato y abuso de sus empleadores, lo que muestra un alto grado de discriminación y violencia hacia esas mujeres.
De acuerdo con el reporte de resultados del Padrón Voluntario de Trabajadoras del Hogar Remuneradas que laboran en Mérida, seis de cada 10 reciben violencia psicológica por sus empleadores, y siete de cada 10 violencia económica y/o sexual.
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Los datos, que son oficiales, fueron dados a conocer de manera pormenorizada ayer en el marco el lanzamiento de la Campaña #YoEmpleoDigno, que visibiliza y promueve el trato digno y empleo justo para todas las personas que realizan el trabajo del hogar remunerado.
En el evento, al que asistieron Muñeca Aguilar Martínez, vicepresidenta de Igualdad Sustantiva Yucatán; Norma Palacios, secretaria colegiada Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (Sinactraho); Fabiola Josefina García Magaña, directora del Instituto Municipal de la Mujer Mérida; Celerina Morales Carreón, trabajadora del hogar remunerada; Miguel Oscar Sabido Santana, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey); Angélica Castro García, subdirectora de Departamento de Procesos Institucionales de Inclusión y No Discriminación del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación(Conapred), y Raquel Aguilera Troncoso, codirectora de Jade Sociales.
Se enumeraron las distintas mecánicas de discriminación y de maltrato que sufren las trabajadoras del hogar que, en un alto porcentaje, a veces tampoco reciben percepción monetaria por su trabajo.
En su oportunidad, Norma Palacios, de Sinactraho, detalló que para Yucatán y Mérida hay una tarea muy ardua, porque no basta con afirmar que se desea cambiar; “los hechos son importantes”, recalcó.
Por su parte, Angélica Castro García, de Conapred, desglosó porcentajes que alarman y en los que urge se hagan cambios sustantivos. Expuso que el 57.1 por ciento de las trabajadoras del hogar remuneradas perciben que sus derechos son poco respetados o nada, y que esas faltas se viven a diario en violencia de acoso y hostigamiento, física, con imposición de jornadas de excesiva duración y a veces a altas horas nocturnas, abusos físicos, e incluso negación de alimentos, así como el maltrato psicológico o verbal, hasta la violencia económica con negación de pagos o el despido injustificado y sin previo aviso.
El tema es aún más grave cuando se revisan las cifras oficiales que afirman que una de cada cinco trabajadoras del hogar remuneradas afirman que el principal problema es el abuso y maltrato por parte de sus empleadores, así como que 99 de cada 100 prestan sus servicios sin contrato escrito y sólo cuatro de esas 100 tienen acceso a servicios de salud.
También se refirió a que el tema no es privativo de género, aunque aclaró que las personas trabajadoras del hogar remuneradas son en su mayoría mujeres: “El 88 por ciento de las personas que trabajan en ese sector son mujeres, y por ello nos centramos más en ellas”, dijo.
Por su parte, Fabiola Josefina García Magaña, directora del Instituto Municipal de la Mujer de Mérida, reconoció que la tarea es ardua, y afirmó que se debe comenzar por casa y se puso como ejemplo.
El programa #YoEmpleoDigno, finalizará en noviembre próximo, anunciaron por último.
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JG