En la conmemoración del Primer Congreso Feminista en el país, que se realizó en Yucatán del 13 al 16 de enero de 1916, legisladoras locales afirmaron que si bien se ha avanzado en la participación de la mujer en la vida pública del Estado y del país, aún se tiene una deuda histórica con las mujeres valientes presentes en ese imborrable evento, que es lograr la paridad sustantiva y eliminar la violencia contra de este sector.
En las instalaciones del teatro José Peón Contreras, un día como hoy pero de 1916 se realizó el Primer Congreso Feminista en el país y el segundo en Latinoamérica, ya que 1910 en Buenos Aires se realizó uno donde se habló de los derechos de las mujeres, poniendo como referente a Finlandia y Nueva Zelanda, donde ya intervenían en la vida municipal. Además, entre 1988 y 1900 se realizaron otros congresos feministas en París, Washington, Chicago y Londres.
La importancia del congreso en Mérida es que marca un antes y un después de la lucha por las mujeres, y es por ello que Yucatán es considerada tierra de origen feminista y pionera en el voto de la mujer en el país.
Una de sus integrantes, Elvia Carrillo Puerto, hermana del exgobernador Felipe Carrillo Puerto y conocida como la Monja Roja del Mayab, fue en 1923 la primera mexicana electa como diputada por un Congreso local. Además, Yucatán fue el principal antecedente para que en el Congreso Constituyente de 1916-1917 se propusiera el derecho al voto pasivo y activo de las mujeres que, finalmente, no fue incorporado a la Constitución Mexicana sino hasta 1947 a nivel municipal, y en 1953 a nivel nacional.
La legisladora priista Karla Reyna Franco Blanco señaló que la conmemoración de este Primer Congreso Feminista representa la lucha de las mujeres yucatecas fuertes y firmes que desde hace muchos años empezaron con esa gran batalla y que hoy ha logrado que en la Legislatura local tengan mayoría, “y esa es una deuda histórica para las siguientes generaciones, de seguir trabajando a favor de los derechos de las mujeres”.
En tanto la presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales y Gobernación, Carmen González Martín, señaló que si bien las participantes en ese Primer Congreso Feminista fueron mujeres adelantadas a su época y que marcaron un precedente sin igual, ahora el reto de la mujer política es lograr la paridad en el ámbito municipal, reforzando que más mujeres ocupen alcaldías.
“La deuda con estas mujeres es legislar para lograrlo”, subrayó.
La presidenta de la Comisión de Grupos Vulnerables, Vida Gómez Herrera, reconoció que aunque hay avances en la agenda aún hace falta mucho por hacer y recordar un suceso que marca la historia en Yucatán y en todo México es indispensable hacerlo con acciones, con seguimiento y con levantar la voz.
Recordó que en la actual legislatura se han hecho varias modificaciones a favor de las mujeres, recordando que en la Comisión de Puntos Constitucionales aún hay una iniciativa para que exista en el órgano electoral estatal una defensoría pública, gratuita para las mujeres violentadas.
La investigadora y activista Gina Villagómez Valdez apuntó que en la actualidad mujeres agrupadas en colectivos luchan por la igualdad sustantiva, entendida como el acceso al mismo trato y oportunidades sin distinción de género para el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Agregó que es indispensable eliminar los marcados índices de violencia, abuso y el trato desigual, así como la gran brecha de salario y el acoso que todos los días sufren niñas y mujeres, tanto en el ámbito público como el privado.
Aseguró que si bien esta fecha es importante porque nos viene a recordar que Yucatán es cuna del feminismo nacional, pero también para reconocer que todavía tenemos rezagos básicos como la violencia dentro del hogar y donde está el cuello de botella de esta violencia es en la impartición de la justicia, las sanciones a los agresores y en la revictimización de las mujeres, porque las instancias encargadas de hacer justicia no han sabido actuar con prontitud.
“Somos la gran cuna del feminismo desde hace 106 años, pero, por otro lado, tenemos instituciones que todavía tienen rezagos que generan o perpetúan este tipo de violencias y rezagos contra las mujeres”, asentó.
Sobre el congreso, reconocieron que los personajes claves fueron Elvia Carrillo Puerto, Consuelo Zavala, Raquel Dzib Cicero, Isolina Pérez, Adolfina Valencia, Dominga Canto, María Luisa Flota, Beatriz Peniche y el entonces gobernador Salvador Alvarado, quien tenía una tendencia socialista, y Felipe Carrillo Puerto.
El evento se centró en discutir la opresión a la que las tradiciones sometían a las mujeres, el papel de la educación en sus vidas, las funciones públicas que pudieran proyectarla como un ser capaz de dirigir las artes y ocupaciones que pudieran prepararlas para la vida intensa del progreso.
Para Gina Villagómez este congreso pudo realizarse en Yucatán porque 40 años antes, desde 1868, en el Estado se estuvo trabajando en el sector educativo por parte de la maestra Rita Cetina Gutiérrez, quien tuvo la visión de incorporar un sistema educativo que modificaba la tradicional enseñanza para las mujeres que solamente aprendían a rezar, bordar y hacer labores del hogar, sino que incluyó en el Instituto Literario Para las Niñas un sistema en donde se les enseñaba también aritmética, civismo, geografía, es decir, por primera vez a las mujeres se les daba acceso al conocimiento.
El pensamiento de la maestra Rita Cetina era que la mujer no podría cambiar si no se tenía una educación igual a la del hombre.
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CC