Olores fétidos que emanaban de un taller mecánico automotriz cercano a la Parroquia de Guadalupe alertaron a los vecinos del rumbo, quienes emitieron un reporte a los cuerpos de seguridad que inmediatamente se movilizaron y desplegaron un operativo de búsqueda para investigar de donde derivaban, ya que existía el temor de que en dicho sitio se encontrara un cuerpo en descomposición de un ser humano.
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Los hechos se registraron la tarde de este lunes en la calle 51 X 38 y 40, cuando habitantes de este sector de la ciudad se percataron de dichos olores desagradables que ingresaban a sus hogares y se esparcían en el ambiente, por lo que optaron por enterar a los agentes del orden que en cuestión de minutos arribaron al lugar.
Varias patrullas de la policía municipal se presentaron en este sitio que se encontraba cerrado y sin alguien en su interior, por lo que los elementos policiacos ingresaron a dicho predio, constatando que se trataba de un caballo muerto que se estaba pudriendo y que se encontraba cubierto con cartones y llantas.
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La presencia policiaca llamó la atención de numerosos habitantes que se encontraban por ahí cuestionándose en torno a lo sucedido, temían que se tratase de un operativo de búsqueda de un ladrón o peor aún de alguna persona que hubiese fallecido en su interior.
Trascendió que el predio es de A.B. A, conocido veterinario de la ciudad y que ahí había dejado a dos de sus equinos; sin embargo, se desconocen las causas de la muerte del animal.
Los policías municipales tras corroborar lo acontecido procedieron a ubicar al dueño del terreno para enterarlo de la situación para que haga algo al respecto para retirar al caballo en condiciones de podredumbre porque esta calle es sumamente transitada, habitan numerosas familias y al estar cercano al Santuario Guadalupano los malos olores se convertían en foco de contaminación y eran respirados por varios antorchistas y peregrinos que arribaban para cumplir sus promesas de fe.
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LV