Una protesta en el puerto de Chelem en la que participaron cerca de 50 personas, se desató debido a la incomodidad que han originado algunosresidentes extranjeros de la tercera edad, quienes se asegura han cometido actos de maltrato en contra de diversos pobladores, por lo que se exigió que estos “vecinos incómodos” sean retirados de la comisaría para evitar mayores conflictos.
Con pancartas que pronunciaban frases como “gringo vulgar regresa a tu ciudad”, “gringo pocho frijolero”, “México de los mexicanos”, “gringos vemos mañanas no sabemos”, entre otras, fueron levantadas por cerca de cincuenta personas entre las cuales había incluso americanos.
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El punto de protesta fue en la zona costera adjunta a las entradas “Villamar” y “Arcoíris”, donde se asegura que vive un canadiense que desde hace más de dos años es catalogado como un auténtico “dolor de cabeza” para varios de esos ciudadanos.
Parte de lo que se puntualizó es que la manifestación pacífica no se llevó a cabo para buscar la expulsión de toda la ciudadanía extranjera, sino solo de algunos residentes que han incluso agredido a varios de sus trabajadores que acuden a otorgar servicios en sus casas de playa.
Una de las presuntas víctimas fue Rodrigo “N”, quien sufrió un golpe en la cara con una piedra por parte de un hombre de la tercera edad y origen norteamericano. Otros rostros también permanecían en las cartulinas que llevaron hasta la zona costera donde habita la mayoría de estos residentes.
De igual manera, fueron expuestos varios de estos estadounidenses y canadienses, uno de ellos con un historial que adentra amplias quejas por parte de animalistas, pues se asegura que sale con armas y a bordo de vehículos motorizados atropella a lomitos callejeros.
“Queremos justicia para nuestra gente, pues no estamos dispuestos a soportar más abusos por vía de esta gente que piensa que por ser de otro país pueden venir a hacer lo que quieran. Si nosotros los agredimos nos castigan, pero si sucede al revés no pasa nada” externó María Cruz, quejosa de este grupo.
A diferencia de los mexicanos que ondeaban su bandera nacional, llamó la atención que los estadunidenses y canadienses no quisieron dar a conocer sus opiniones por medio de su nombre, pues aseguran temer por sus integridades. Uno de los mayores miedos, aparte de ser agredidos, recae en que la imagen del residente extranjero se manche a través de estos problemas.
La manifestación perduró por alrededor de una hora, aunque los presentes indicaron que en caso de que no haya una respuesta que asegure que frene la situación, podría haber una segunda protesta pero en los bajos del Palacio Municipal de Progreso.
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GC