En vísperas de la Feria de Reyes, devotos iniciaron con la Danza del Pavo, una tradición ancestral y ofrenda que las familias Talles, Petul, Ciau Talles, Hau Ku y Llanes ofrecen a los Reyes Magos cada año.
El baile inició en la calle 45, entre 56 y 60, No. 448, en el hogar de la familia Talles Petul. En el sitio comenzó la celebración con las interpretaciones de la charanga. La gente disfrutó de las melodías al compás de la jarana, posteriormente protagonizó un recorrido bailando y cargando siete pavos sobre sus hombros y por encima de sus cabezas para poner en manifiesto la importancia de los elementos fundamentales del festejo, así como de la gastronomía que se acostumbra compartir con los visitantes.
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El contingente se dirigió hacia la calle 41, entre 69 y 56, No. 434, donde se ubica la vivienda de Faustino Puc Chan, diputado de la Alborada de Velas y Ramilletes. En el lugar, fieles llevaron varias aves para ofrendarlas en el altar dedicado a los Tres Reyes Magos, les hicieron reverencia y se persignaron frente a las imágenes de Gaspar, Melchor y Baltasar.
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La fiesta fue enmarcada por el tronar de los voladores y la música de la charanga; los participantes al ritmo de la jarana bailaban cargando sus respectivos pavos, que pesaban alrededor de 10 kilogramos cada uno. Posteriormente, los sacrificaron a fin de que su carne fuera usada como parte de los ingredientes del delicioso relleno negro que se repartirá hoy al mediodía entre los visitantes.
Miguel Talles Quintal y su esposa Narda Petul compartieron que hace 21 años su familia desarrolló esta promesa y que les nació tras recibir comida en uno de los festejos, por lo que expusieron su deseo de cooperar con los integrantes del gremio y estos les pidieron que ofrecieran lo que desearan. En ese entonces se comprometieron a donar un pavo como voto de fe. Explicaron que luego se sumó uno de sus hijos, después su nieto y ahora ya varios integrantes cumplen con esta manda.
El organizador por muchos años de este rito fue el difunto Marcial Hau, quien en vida compartió que el significado de esta actividad se centra en alegrar, llamar la atención y atraer a las personas, sobre todo a los habitantes, para que continúen esta tradición y regresen el próximo año, además de que para ellos donar los pavos es una forma de agradecer por las bendiciones concedidas, encomendar a sus familias y de nuevo comprometerse a volver a cumplirla pidiendo que los patronos intercedan ante el Creador.
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NM