Por Luis Manuel Pech Sánchez
Esta ceremonia litúrgica se desarrolló en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe y fue oficiada por el Párroco, Fermín Rigoberto Nah Chí, quien pidió por los papás para que vivan su misión de educar a sus hijos con mucha alegría y con mucho compromiso cristiano.
Señaló que es muy importante irles inculcando a los niños la importancia de su asistencia y de su presencia en la iglesia, enseñándoles a conocer que acudir a ella es para encontrarse con Dios y con la comunidad, que es un lugar sagrado y muy especial, la casa de Dios y nuestra también donde nos encontramos con él y con la virgen María.
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Los invitó a que miren en todo momento la presencia de sus hijos como un regalo de Dios. Recordó que hay familias que queriendo tener hijos no les es posible, por lo que hizo énfasis en que aquellos que los tienen deben cuidarlos mucho, con ese cuidado permeado con el amor y teniendo siempre presente la educación.
“Así como Juan Diego tuvo una misión muy concreta les toca acompañar a sus Juan Dieguitos y Lupitas a descubrir cuál es su misión a futuro, no todos están llamados al matrimonio, ni a ser mamás o papás, hay que enseñarles a que consideren la vocación a la vida consagrada, entrar o vivir la experiencia del seminario o una posible vida sacerdotal”.
“El niño tiene que descubrir que tiene tres opciones para ser feliz, como laico, como sacerdote o como religioso o religiosa, esta misión implica mucha responsabilidad que requiere mucha oración para que no se pierdan en el camino y aprendan a educar a sus hijos como es debido”, puntualizó.
El Sacerdote bendijo a los pequeños que se hicieron presentes encomendándolos al creador y a la virgen de Guadalupe.
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