Vecinos cercanos a la ciénaga temen por su integridad con la llegada del Frente Frío número 30, pues hace un par de semanas que se presentaron lluvias y la creciente de aguas pantanosas provocó que salga un caimán de casi dos metros de largo y más de cien kilos de peso.
El hallazgo fue exactamente en la calle 106 por 41 y 39 de la colonia Canul Reyes. Los colonos afirmaron que los avistamientos de esta especie lo han aprendido a sobrellevar, pues ya consideran que es parte de su jornada matutina; sin embargo, el temor recae cuando los reptiles de este tipo comienzan a invadir las zonas habitacionales.
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Como medida, en ese momento se dispuso el conjunto vecinal a cazar al animal con recursos caseros, logrando amarrar el hocico de gran tamaño que portan estos ejemplares, logrando alejarlos y devolverlo a su hábitat natural, aunque con el peligro que retorne al presentarse una creciente de agua. Para suerte de los habitantes, no se volvió a tener registro del caimán.
“Para el Frente Frío que está por llegar si tenemos mucha precaución sobre todo porque la gente aquí tiene niños menores de 12 años, que posiblemente no sepan cómo actuar en un caso así. Si hay otra creciente en la ciénaga podrían hasta meterse en alguna casa y sacarlos de ahí es complicado, son pesados y peligrosos” externó Consuelo Montes.
Justo el Poniente de la ciudad ha sido el sector con menos avistamientos de cocodrilos dentro de las zonas habitacionales en los últimos cinco años, pues es la parte Oriente y el libramiento del Centro de la ciudad donde más se han visto a estos habitantes del pantano. El tercer punto de mayor actividad de caimanes es la carretera rumbo a la capital yucateca; sin embargo, ahí el peligro es para los lagartos, ya que pueden ser atropellados por algún vehículo de grandes dimensiones y a velocidad por encima de los 120 kilómetros por hora.
“Tenemos que entender que los cocodrilos se sienten amenazados pero por nosotros. Hasta ahora solo he escuchado del caso de un perro tipo french puddle, que murió por una mordedura de uno de ellos, pero nunca se han metido con alguien pero es mejor prevenir que lamentar, en estos próximos días de lluvia vamos a tener que estar alertas”, constató Ricardo Moo, otro poblador adjunto a la ciénaga.
Varios señalamientos del conjunto vecinal apuntan a que se prefiere incluso tomar el riesgo de ejercer medidas por cuenta propia a esperar a las autoridades respectivas, esto a pesar de que el riesgo es sumamente latente, sin embargo también se informó que de acuerdo a las medidas de los ejemplares, es el número de vecinos que interfieren.
Un caso similar ocurrió durante la mitad del mes de enero del 2021 cuando se comenzaron a detectar constantes apariciones a un costado de la calle 86, en la zona de libramiento del puerto, por lo que se ameritó que la policía ecológica realice una intervención en el lugar.
“La ciénega tiene una sobrepoblación de dos mil cocodrilos” , así lo confirmó en aquellos días el titular de la Policía Ecológica, Obdulio Delaney Mena Sánchez, luego de una inspección realizada por elementos de esta dependencia en el canal mencionado después de que varios colonos informaran que se veían constantes apariciones de tres reptiles de diferente tamaño, el más grande ellos medía cerca de cinco metros y un peso que sobrepasaba los 200 kilos.
La vigilancia en este punto se mantuvo y sólo se registraron hallazgos cuando impactó al puerto la tormenta tropical “Grace” en el mes de agosto de 2021, pues también se tuvieron varios casos de caimanes que salieron a la vía pública, aunque al estar el 70 por ciento de los habitantes junto a la ciénaga en refugios temporales, no hubo ningún ataque.
El año pasado a finales del primer semestre del 2022 fue cuando comenzaron a salir los ejemplares, propiciando que el 24 de mayo se diera a conocer que fue aplastado un caimán en el kilómetro 32 de la carretera federal Mérida-Progreso, quedando mermado el reptil y muriendo en la base de la policía ecológica, pues su organismo no toleró los daños que padeció en el cráneo.
La última medida que se supo que se llevó a cabo para evitar que estos amos del pantano salgan a causar miedo a los habitantes porteños, ocurrió el pasado mes de octubre entre la dependencia municipal mencionada y elementos de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, pues se realizó un operativo para trasladar a un cocodrilo de cerca de tres metros de largo rumbo a la “zona cero”, situada en la carretera rumbo a la comisaría de Chicxulub.
Esta reserva, se asegura es única en todo el Estado, pues gracias a su biodiversidad permite mantener cerca de dos mil ejemplares pertenecientes a la vida silvestre y salvaje. Actualmente, el lugar funciona para llevar a distintos ejemplares que son encontrados en la vía pública o que son capturados por autoridades.
“En una incidencia de este tipo lo primero es avisarnos, los señores se nota que tienen conocimientos en captura de animales parecidos a éste y pudieron salir sin ninguna lesión de por medio, aunque por lo general incluso los especialistas corren peligro pero ellos saben ejercer los protocolos respectivos y tienen una preparación constante”, agregó el funcionario.+
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CC