Para varios visitantes, el puerto de El Cuyo es uno de los paraísos mejor conservados, pero la otra cara del puerto muestra todo lo contrario: las dunas costeras han desaparecido por varios kilómetros, pues el mar arroja toneladas de desperdicios de forma anual y las inmediaciones de la dársena se encuentran llenas de desechos; de igual manera, las calles aledañas se han convertido en un basurero al aire libre, reveló el biólogo Martín Moreno Sanguino.
“El Cuyo está catalogado como uno de los sitios más hermosos, porque aún conserva su esencia, y recientemente fue certificado como Playa Platino; sin embargo, el puerto tiene una enorme cantidad de desechos, que son arrojados al agua, quizá por barcos cargueros, cruceros e incluso de los mismos pescadores”, mencionó.
En la misma dársena recala una enorme cantidad de basura, hilos, pedazos de red, bidones, tapas de plástico, zapatos, botellas, entre un sinfín de desechos. A este problema se le suma la falta de limpieza en las inmediaciones de la dársena y los desperdicios que son arrojados en calles aledañas; todo esto causa una grave contaminación a la Reserva de la Biosfera de Ría Lagartos.
Contaminación química
Hasta ahora, no se ha llevado a cabo ningún estudio formal sobre los niveles de hidrocarburos en la ría, pero por la actividad pesquera en las dársenas se vierten residuos de aceites y de gasolina, ya sea por el mal funcionamiento del motor o por actividades de mantenimiento y lavado. Una amenaza a futuro podría ser el derrame de hidrocarburos por accidentes de barcos, ya que la zona marina es una de las rutas principales de navegación de buques que transportan petróleo.
Disminución de las poblaciones de palma
El uso más generalizado de algunas palmas nativas de ornato en avenidas son la kuká (Pseudophoenix sargentii), el chit (Thrinax radiata) y nakax (Coccotrinax readii). Otras se usan para la construcción rural, cuyas hojas han sido utilizadas tradicionalmente por los mayas para hacer los techos de las casas típicas de la región y siendo más utilizadas las hojas de huano (Sabal yapa). La explotación de las palmas es importante por su utilidad, lamentablemente no se puede decir lo mismo respecto al estado de conservación de sus poblaciones silvestres.
En gran parte de la playa de la parte Poniente de El Cuyo, las dunas costeras están desapareciendo y esto ha ocasionado una fuerte erosión, que ha hecho sucumbir a la amplia diversidad de flora, entre ellas las palmeras antes mencionadas. La playa tiene una enorme cantidad de desechos, que son vertidos por el mar pese a que se realizan campañas de limpieza, y por este mismo motivo casi no frecuentan el sitio y prefieren estar más por el lado del muelle.
Según el Estado, la recolección y disposición final de los desechos “debe estar siempre incluida dentro del núcleo básico de servicios que cada Ayuntamiento debe prestar a sus comunidades”, por ello es importante trabajar en coordinación con el municipio para evitar o disminuir este impacto, particularmente en las zonas urbanas. El turismo no controlado puede ser un problema serio, particularmente los viajes por lanchas en la ría.
Otra fuente importante son los restos derivados al procesar los productos de la pesca, pero en los puertos de San Felipe, Río Lagartos, Las Coloradas y El Cuyo dependen de un basurero al aire libre, ubicado en la misma área de la reserva. Hasta la fecha no existe proyecto alguno para un relleno sanitario que pueda evitar la contaminación en este sitio.
Azolve
Actualmente, se han abierto dos canales artificiales para el tráfico de lanchas; lo que ha ocasionado el azolve de la primera cuenca hidrológica de la ría (entre San Felipe y Río Lagartos). Esto provoca la necesidad de dar mantenimiento constante a los canales, siendo un problema la ubicación de la zona de tiro del material producto de dragado.
El Cuyo periódicamente enfrenta problemas en su puerto de abrigo, ya que los sedimentos se acumulan entre las escolleras y dificultan el paso de las embarcaciones. La Secretaría de Marina logró liberar espacio, pero gran parte de la dársena aún necesita desazolvarse.
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CC