“El párroco Gabriel Gamboa Crespo mintió al señalar que sí contaba con los permisos correspondientes para cerrar la entrada del costado derecho; de las dos rejas de la fachada colonial una fue desprendida de su base y la otra quedó dañada”, según dio a conocer la señora Teresa Herrera Vargas, quien puso en alerta a los habitantes de esta localidad y medios de información al solicitar la intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Esta institución acudió al municipio para suspender los trabajos, que causaron daños irreversibles al monumento.
El Instituto informó que suspendió diversas obras que se realizaban en el atrio del templo de la Inmaculada Concepción de la localidad, debido a que infringieron la ley federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, pues el reglamento precisa que para realizar cualquier obra en un inmueble considerado monumento histórico o colindante a éste se requiere de la autorización expresa de la institución.
Los templos, capillas, casas cúrales y cualquier edificio histórico al interior del Estado son propiedad del Gobierno federal.
En virtud de lo anterior, el sábado pasado, personal de la sección de Monumentos Históricos del INAH procedió a la suspensión de la construcción con sellos oficiales, pues dicho templo es un monumento histórico del siglo XVII, protegido por las leyes federales.
Habitantes piden a las autoridades de la entidad que sancionen severamente al párroco del municipio por hacer un trabajo sin tener los permisos correspondientes, así como al ingeniero que estuvo a cargo de estos trabajos, ya que dañaron los pilastrones que sostiene la reja del tempo parroquial.
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CC