Decenas de feligreses se reunieron en la iglesia principal de Tizimín para realizar las rogativas a los Magos del Oriente, con las que se espera que los santos patronos intercedan ante Dios para que la lluvia bañe las tierras que comenzarán a cultivarse en los próximos días y, asimismo, se mitigue la sequía que ha azotado a la localidad desde hace meses.
Las sagradas efigies fueron bajadas de sus nichos de manos del párroco Pedro Echeverría López y del custodio Eduardo González, mientras la multitudinaria congregación de creyentes aplaudía y emitía cánticos llenos de gozo por la solemnidad, en medio de un alegre novenario.
El sacerdote pidió a los devotos ser sal de la tierra y luz del mundo, siguiendo el ejemplo de los peregrinos que se orientaron con la estrella de Belén. Al evento acudieron los representantes de los gremios que se encargan de dar color a la fiesta patronal y por primera vez asistieron los palqueros para demostrar su adoración por los santos.
Por último, se anunció que las súplicas continuarán en el periodo de siembra para que las cosechas puedan ser benéficas para la población y las efigies estarán en el altar hasta el día 25.
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AA