A punto de cumplirse un año de la reapertura de Dzibilchaltún, tras un conflicto entreejidatarios de Chablekal que causó el cierre de la zona arqueológica durante varios meses en 2022, aún no se soluciona el problema que originó la protesta: el pago por la expropiación de 53 hectáreas donde se ubican los vestigios mayas.
“El proceso continúa su curso y se realizarán los pagos correspondientes como se acordó”, aseguró Arturo Chab Cárdenas, titular del Instituto en la Entidad. Dicho procedimiento ha sido un poco complejo, sin embargo, estoy seguro de que se está avanzando según lo pactado en colaboración con el ejido de Chablekal, todo esto para llevar a cabo la indemnización adecuada en tiempo y forma. En cuanto al caso del ejido de Dzibilchaltún, el Gobierno federal ya ha cubierto el 100 por ciento del terreno”, aseguró el funcionario.
El pago
Comentó que el procedimiento puede llevar un tiempo, pero aseguró que el compromiso del director del INAH es que el pago a favor del ejido de Chablekal se complete antes de que termine la administración actual, por lo que recordó que solo falta saldar un monto de alrededor de los 80 millones de pesos.
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El monto total designado para la expropiación fue de 127 millones de pesos, por lo que ya se han pagado 47 millones, es decir, ya se ha cubierto el 37 por ciento de dicho de la indemnización de los ejidatarios de Chablekal que están relacionados con el terreno de la zona arqueológica, ya que el INAH tiene la posesión del mencionado terreno.
“Todo se está llevando a cabo con respecto a lo acordado; es un proceso que ha llevado su tiempo, pero se podrá culminar el pago antes de que acabe esta administración, ya tenemos cubierto una parte solo falta poco más de 80 millones, pero sin duda se realizará en tiempo y forma, ahora tenemos la tarea de resaltar el sitio arqueológico para que más gente pueda conocerlo y no solo ampliar su cultura con respecto a la que fuera la precursora de la ciudad de Mérida, sino también que todos puedan salir beneficiados al respecto”, explicó.
Desde 2021, los propietarios de los terrenos donde se ubica la zona arqueológica cerraron los accesos ante el impago de las autoridades federales por el usufructo de los terrenos. Con la promesa de que se les cubriría el monto de 127 millones de pesos, los ejidatarios reabrieron el acceso a los vestigios. Sin embargo, en los primeros meses de 2022, volvieron a bloquear los accesos, con el argumento de que no les habían dado la indemnización.
En los primeros días del bloqueo, salió a relucir un conflic
to entre los propios ejidatarios, del que POR ESTO! informó en exclusiva, ya que algunos estaban a favor de cerrar la zona para presionar y otros, a favor de que la autoridad les pagara sus derechos sobre la tierra. El grupo que quería el pago logró hacerse del control de la zona y desplazó a los más radicales; negociaron con el Gobierno federal y, finalmente, reabrieron el parador turístico, en julio del año pasado.
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