En Yucatán se generan alrededor de 10 millones 400 mil kilos de basura plástica al mes, señaló Dalila Aldana Arana, especialista del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), convirtiéndolo en un Estado sucio por falta de educación ambiental y desplastificación.
“Estamos en una Entidad sucia, pues cada individuo consume más de un kilo de plástico por semana, tenemos que trabajar como ciudadanos para reducir el uso de plásticos, nos hemos plastificado demasiado y no queremos dejarlo, con gestos tan sencillos como andar con un termo en vez de comprar botellas de agua, llevar una bolsa de tela y un recipiente para comprar comida sin tener que llevar el plástico a nuestra casa o al trabajo”, subrayó.
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“Mérida es una ciudad sucia, me atrevería a decir que todo el Estado, los invito a caminar por cualquier calle, el Centro de la ciudad, las avenidas, y se darán cuenta de que hay muchísima basura, no lo vemos porque ya nos acostumbramos, pero Yucatán tiene un uso desmedido de plásticos, de hecho, más que la media nacional”, aseguró.
Indicó que esto no sólo se trata de estética, sino que por este material se está contaminando el manto acuífero, lo que ha derivado de una anomalía en la producción de especies marinas y enfermedades por ingerir productos del mar, incluyendo el agua, ya que también los cenotes se ven afectados.
En ese mismo tenor, comentó que debido al exceso de consumo de fármacos de la población, que después acaba en el drenaje por medio de los desechos, concluye en el acuífero y repercute en la biología marina.
“Hablando de la salud, podemos decir que sí, es verdad que lo que nosotros consumimos, ya sea antidepresivos, anticonceptivos, desinflamatorios, analgésicos y cualquier otro fármaco repercute en las especies del mar, porque estamos hablando de que al orinar sacamos todos estos químicos, que indudablemente van a parar al acuífero, lo que causa que los peces, mariscos y todo lo que vive en el mar, cenotes, etc., se vuelva loco, pues se modifica su organismo y repercute en su apareamiento, por ende en su reproducción y finalmente en que haya menos de estos animales, además de que al comerlos también estamos consumiendo parte de esos químicos”, finalizó.
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GC