“Entre las nuevas generaciones existe poco interés por seguir preservando varios conocimientos y ceremonias mayas”, reveló el sacerdote Flaviano Caamal Puerto.
Lamentó que parte de nuestras costumbres y tradiciones se están quedando en el olvido como es el caso del Cha´a Chaac (rogativa por las lluvias), entre otras. Asimismo, señaló que, actualmente, hay muy pocos J´men con vida y quienes ya fallecieron se llevaron con ellos hasta la tumba los conocimientos ancestrales.
“Entre las nuevas generaciones no existe interés por preservar parte de los saberes de la gente antigua, pues la mayor parte de las ceremonias se han estado perdiendo a lo largo de los años, además de que, actualmente, sobreviven muy pocos sacerdotes mayas que aún hacen ceremonias sin fines de lucro”, explicó el J´men Caamal Puerto, quien tienen un amplio conocimiento sobre las plantas medicinales y la observación de los astros.
Explicó que para hacer el ritual, por ejemplo, de la petición de la lluvia se hace un gran gasto, pues en el altar se ofrecen varios alimentos a los dioses: “Se benefician gallinas, pavos y cerdos que se preparan exclusivamente para ser entregados a las divinidades.
El J´ men eleva plegarias para invocar al dios de la lluvia Yuum chaac. También, se elaboran panes especiales hechos de varias capas de masa y en medio de cada una se le agrega pepita molida que se hacen en pib y luego al estar cocidas se colocan en el Xcanché o altar maya, normalmente el rito debe durar tres días”.
Asimismo, agregó: “Se preparan bebidas especiales o sagradas como el saká, hecho a base de maíz y es una ofrenda muy común para el dios Chaac, así como el balché que consiste en fermentar miel con la corteza del árbol que se llama igual que el brebaje, yerbabuena y otras plantas aromáticas”.
El balché se asocia con buenas cosechas, cura de enfermedades y agradecimiento a los dioses y es común que esta bebida se reparta entre los participantes después de la ceremonia.
Hasta la fecha conservar estas tradiciones milenarias no ha sido una tarea muy sencilla, pues por el paso del tiempo se han estado dejando de practicar, además de que la gran mayoría de los sacerdotes mayas ya fallecieron.
“En nuestro medio mayormente existen demostraciones de esta ceremonia en instituciones educativas, además hay organizaciones comprometidas con las costumbres y tradiciones de la cultura maya. En cuanto a campesinos, son muy contados los que siguen practicando estos ritos, pues muchos ya no hacen sus milpas, por lo que no piden o agradecen a sus deidades”, concluyó.
Flaviano Caamal Puerto desde pequeño tiene el don de identificar las diferentes hierbas con propiedades curativas, lo cual le ha servido para curar o remediar ciertas dolencias.
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GC