Anastasio Canché es reconocido en la comunidad por la invaluable labor que realiza en el Cementerio General, además de los saberes y conocimientos de los espíritus para que los difuntos puedan descansar tranquilamente.
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Popularmente llamado como El Guardián de las Almas, don Anás se ganó ese sobrenombre por la admirable labor que realiza en el camposanto de la comunidad, según se averiguó.
Es respetado y reconocido por aquellos que pierden a una familiar o a un amigo, pues según se dice, conoce el proceso de cómo un difunto debe ser despedido hasta el final, y llevarlo en lo que será su última morada.
Por su conocimiento acerca del tema, los pobladores se acercan a él para consultar dudas que tienen para poder enterrar de la manera correcta a sus difuntos y puedan descansar sus almas tranquilamente, según las creencias y tradiciones de los pobladores.
Don Anastasio posee varios saberes y conocimientos de nuestros antepasados, como el hecho de que en la casa donde se realiza el velorio, los familiares deben evitar que las lágrimas caigan sobre el difunto o su ataúd porque, según la creencia, quién lo haga será el siguiente en morir.
Los juegos del azar que se llevan a cabo en la casa, especialmente con la baraja o naipes, según se indicó, se realizan para poder distraer al diablo y el alma del ser querido pueda ir en paz sin la intervención del mal.
En el caso del santo rosario, es el último rezo que se le hace de cuerpo presente al difunto para pedir que el alma del fallecido sea aceptada en la gloria de Dios y tenga un eterno descanso.
Otras creencias mencionan que en el cementerio, al momento de ser introducido el ataúd a la tumba debe ser rociado con agua bendita, lo cual es un símbolo de la fe católica que no es más que pedirle a Dios por el eterno descanso y una forma de saciar la sed del que ya no se encuentra en vida.
De las flores blancas se dijo que es un mensaje que se pide a Dios para que el ser querido pueda irse con tranquilidad.
Entre los habitantes se mencionó que don Anastasio Canché ofrece sus sapiencias sin dudar. Sin embargo, por su edad poco a poco se le ha dificultado esta labor, y es por ello que de una manera respetuosa la gente le agradece todo el acompañamiento que ha dado a los familiares para que sus difuntos sean despedidos de la manera correcta.
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LV