Los mariachis de Mérida enfrentan un desafío en las fiestas patrias, ya que a antes solían asegurar numerosas contrataciones, pero todo ha cambiado: las familias ya no suelen festejar esta fecha como antes.
Vicente Morales, miembro del mariachi “Villahermosa”, dijo que en este 2023 el movimiento ha sido “tranquilo”, en el que no hay mucho trabajo como antes. “Ahora los restaurantes son los que más contratan, pero ahora andan muy apagados, me imagino que la demanda de las reservaciones ha de ser poca y por eso no han contratado el mariachi”, resaltó.
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En cuanto al resto del año, señaló que esperan que les vaya mejor, porque aún se recuperan de la pandemia; actualmente están al 60 por ciento de lo que laboraban antes de la emergencia sanitaria.
Asimismo, que esperan tener trabajo por San Judas que se celebra el 28 de septiembre y de ahí hasta los festejos de la Virgen de Guadalupe en diciembre.
“Los mejores meses para nosotros son el 10 de mayo por el día de las madres y en diciembre por la Virgen”, comentó.
En cuanto a los precios, detalló que actualmente una serenata cuesta entre 2 mil y 2 mil 500 pesos, pero depende de cada grupo, cuatro a cinco músicos, con una actuación de seis canciones; de 10 melodías esta entre 3 mil a 3 mil 500 pesos.
José Cauich, miembro de “Voz Viva”, dijo que ahora ya no es común que se les contrate para “gritar” en las casas por la noche mexicana.
Recordó que, antes, las familias se juntaban para dar el grito, con sus banderas y su vestimenta tricolor, donde ellos llegaban a cantar, pero ahora no.
Afirmó, que la tecnología ha influido porque ahora la gente solo usa el internet para la música.
Ayer, en la famosa calle de los mariachis en Mérida ubicada, en la colonia Bojórquez, la jornada fue tranquila, algunos músicos estaban en espera de las “llamadas”, pero otros locales permanecían cerrados.
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GC