La recolección de basura se ha convertido en uno de los principales problemas ambientales que enfrentan los habitantes del interior del Estado, ya que la mayoría de los ayuntamientos no cuentan con camiones adecuados para prestar un buen servicio, situación que se agrava por el crecimiento poblacional.
En la mayoría de los municipios, los habitantes se quejan de que los vehículos recolectores se han convertido en focos móviles de contaminación que ponen en riesgo la salud de la población, ya que al ser adaptados para ese servicio no solo dejan caer bolsas de basura, sino también generan una peste insoportable a su paso mientras desarrollan sus labores.
Sin embargo, estos no son los únicos problemas, puesto que por su antigüedad y mal estado los camiones tienen muchas fallas y no cumplen con los tiempos de recolección establecidos, por lo que los desechos se quedan más de un día afuera de los domicilios de los usuarios, situación que aprovechan los perros callejeros para despedazar las bolsas y regar su contenido.
En la Ciudad de Reyes, el director de Imagen Municipal, Luis Alonso Campos Mena, señaló que los cinco vehículos con los que cuentan recolectan 50 toneladas de basura al día, aunque también varios autos particulares llevan sus desechos por cuenta propia al relleno sanitario, “por lo que es difícil calcular la cantidad de restos sólidos que ingresan al Basurero Municipal”, señaló.
El funcionario reconoció que el servicio se ha retrasado por las lluvias, incluso las cuadrillas han suspendido sus labores ocasionalmente, de manera que los desperdicios son recogidos hasta el día siguiente. Además, a pesar de que acaban de adquirir una nueva unidad, “los móviles fallan, ya que trabajan desde las 6:00 horas hasta terminar la ruta, que puede ser hasta la noche”. Ante esto, Campos Mena pidió paciencia a los usuarios, pues dijo que si no se puede cumplir una ruta o notan que no llega el camión, que recojan sus bolsas para que no las despedacen los canes.
Los tizimileños reconocen que la prestación tiene muchas fallas, sobre todo por los camiones recolectores que califican como focos móviles de contaminación por la fetidez insoportable que dejan a su paso.
Entrevistados por separado, los pobladores Nicolás Choc, Bertha May y Lorenzo Catzín coincidieron en señalar que las autoridades deberían regular esta situación, debido a que varios vehículos no cuentan con los estándares sanitarios que garanticen no exponer la salud de las personas.
Otros ciudadanos como Omar Cab y Florentino Gómez señalaron que casi todos los vehículos son muy viejos y no cuentan con una caja cerrada que guarde la basura que captan y evite que esparzan hedores. Además, las unidades son sobresaturadas con las bolsas que recogen en los hogares y esto da pauta a que algunas caigan y se rieguen por las calles mientras circulan.
Por su parte, la comisaria municipal de El Cuyo, Neydy Yolanda Puc Gil, reconoció que hay dos focos rojos en la comunidad: la zona veraniega, que produce una enorme cantidad de desechos; y el puerto de abrigo, donde varios hombres de mar tiran sus desechos.
Lo más grave sucede en la dársena, en este espacio se ha exhortado a los pescadores a que colaboren para que la basura no se acumule, ya que no se cuenta con personal que se haga cargo de recogerla y llevarla al basurero, “y los desechos, entre los que se encuentran envases de aceite, terminan en el mar, lo que representa un grave problema ambiental”, explicó Puc Gil.
Mientras que en la zona Poniente del puerto de abrigo los desechos recalan con el oleaje y van a parar a una zona que se encuentra erosionada por el agua.
La funcionaria detalló que por el crecimiento poblacional la cantidad de desperdicios que se recolecta ha incrementado, antes se reunía una tonelada diaria y ahora son dos tan solo en la recoja domiciliaria.
Río Lagartos
El puerto cuenta con un solo vehículo de 14 años de antigüedad que constantemente presenta fallas. En la recolecta participan dos hombres y una mujer, y la mayoría de los trabajadores del basurero son mujeres.
Se genera un aproximado de tonelada y media de basura al día; la recoja es gratuita y los restauranteros y hoteleros se encargan por cuenta propia de llevar sus desechos al Basurero Municipal.
Mientras que en Las Coloradas el problema es más grave, puesto que constantemente la comisaría carece del servicio de recolección de basura porque el Ayuntamiento de la cabecera no tiene designado un vehículo para esta labor en esa comunidad; el único camión disponible atiende la planta salinera y, según comentaron los habitantes, se descompone de manera constante.
“Por eso la basura se queda en la vía pública por varios días o incluso semanas”, señaló el vecino Mario Canul, quien agregó que desde hace 15 días la unidad de recoja presentó una falla mecánica y los “desperdicios se están acumulando en los depósitos del centro de la ciudad y las puertas de las viviendas”.
Es así que el principal problema de los habitantes de los puertos del Litoral Oriente es que los vehículos superan los 15 años de antigüedad y constantemente sufren desperfectos.
San Felipe
Pese a ello, San Felipe es uno de los lugares más limpios, donde la recoja de la basura está a cargo del Ayuntamiento. El alcalde Felipe Marrufo López comentó que solo tienen un vehículo con capacidad de tres toneladas que ha servido durante 15 años, por lo que la recolecta de deshechos se realiza únicamente los lunes, martes y miércoles, los dos primeros días se reúnen más de 10 toneladas y el último más de cinco.
El puerto cuenta con su propio basurero a cielo abierto con cinco trabajadores, la mayoría son mujeres que se encargan de la clasificación de las sobras que llegan al sitio.
Valladolid
En el municipio el principal problema es la generación desmedida de desperdicios debido al crecimiento poblacional y la falta de una solución efectiva por parte de la Comuna para abordar esta grave situación medioambiental.
El hecho se observa principalmente en las colonias más alejadas del centro, donde la acumulación de desperdicios en calles, parques y áreas públicas es evidente para los residentes y visitantes de la ciudad.
El olor desagradable y la presencia de roedores e insectos son solo algunas de las consecuencias directas de esta dificultad que actualmente representa un riesgo para la salud de la población y el entorno.
El pueblo cuenta con un relleno sanitario, sin embargo, su capacidad de almacenamiento se encuentra al límite, lo que ha ocasionado la proliferación de basureros clandestinos en áreas rurales y zonas marginales.
Sobre esto, los vecinos opinan y proponen soluciones. Braulio Fernández Alcocer, colono del fraccionamiento Orquídeas, señaló que se requiere de una estrategia integral que incluya la implementación de programas de educación ambiental, promoción de la separación y reciclaje de residuos, así como la creación de infraestructura adecuada para el manejo y disposición de la basura.
A su vez, Patricia Gómez Requena, habitante de San Isidro, precisó que es urgente que se destinen recursos suficientes para mejorar la recolección y el transporte de los desechos, así como para el fortalecimiento de los sistemas de tratamiento y reciclaje.
En la Sultana del Oriente la recolección de basura está a cargo del Ayuntamiento, en coordinación con la Dirección de Servicios Públicos Municipales, y por el momento cuentan únicamente con dos camiones compactadores nuevos que fueron adquiridos con recursos propios del pueblo.
Sin embargo, a pesar de contar con estos vehículos modernos, el volumen de residuos generados en el municipio supera por mucho su capacidad de acopio.
Sinanché
En el Litoral Norte la situación es similar, pues en Sinanché se reúnen dos toneladas de basura, sin embargo, Armando Coot, trabajador del área de recolección, señaló que solo tienen un vehículo y cuatro empleados, quienes atienden un sector diferente cada día, por lo que no logran dar abasto con la cantidad de desechos que se generan.
Además, dijo que el camión que utilizan no está en buenas condiciones, ya que constantemente presenta fallas y en ocasiones no pasan a levantar la basura, lo cual provoca que se acumule y la ciudadanía la queme en sus patios o la arroje en terrenos baldíos.
Seyé
Los vecinos de la colonia Centro y rumbos aledaños indicaron que los encargados del servicio de acopio de basura se demoran mucho tiempo en pasar para llevarse los desechos, lo que genera un problema de contaminación y mal olor.
Los pobladores de esa zona solicitaron a las autoridades locales que sean respetuosas del calendario de trabajo que ellos estipularon, dado que al no presentarse para recoger los restos, los perros rompen las bolsas y riegan los residuos por la calle.
“Nosotros pedimos que el camión recolector pase cuando debe hacerlo, porque a veces tardan hasta más de dos días, con las consecuencias que eso nos trae”, apuntó la lugareña Lucía Cherrez.
El servicio de recoja de basura lo presta el municipio y, aunque los trabajadores reciben un sueldo, hay algunos vecinos que los gratifican para que den preferencia a sus calles o fraccionamientos.
Peto
En el pueblo el acopio se realiza una vez a la semana de acuerdo a la colonia que corresponda, por lo que los pobladores piden que sea cuando menos de dos veces a la semana, para que no se acumule la basura. El problema deriva de que la Comuna solo cuenta con dos unidades.
El lugareño Ángel Muñoz señaló que no es una buena opción sacar la basura en espera de que sea recolectada, debido a que los canes callejeros hacen de las suyas, por lo que prefieren esperar el día que les corresponde y estar atentos a cuando pase la unidad.
En la localidad algunos pobladores han optado por llevar a cabo la recolección y depósito de los residuos a cambio de una módica cantidad, pero la mayoría de los habitantes prefieren esperar el servicio de recolección municipal dado que es gratis.
Acanceh
La ciudadanía señala como pésimo el servicio de recolección que está cargo de la Comuna, pues destacaron la falta de puntualidad para reunir los desperdicios en las calles.
La pobladora Minerva Castillo Chan señaló que por el rumbo de la colonia Santiago los desechos permanecen en la vía por varios días, los perros las rompen sobre la carretera y el personal de la Comuna, al ver que las bolsas están rotas, no las recoge y las deja en el mismo lugar.
También hay ciudadanos que tiran sus restos en lugares indebidos, como en La Placita y las calles del primer cuadro de la comunidad.
José Canul Canul, empleado del Ayuntamiento, reconoció que únicamente disponen de una camioneta para sus labores; “antes había un camión recolector, pero se descompuso y fue abandonado en los terrenos donde está la bomba de agua potable”.
“Solo hay una camioneta con la que se recoge la basura en todo el pueblo, por eso hay mucho retraso en el servicio, pero no le importa al Alcalde”, señaló el trabajador.
Kanasín
En la capital del panucho el vertiginoso crecimiento poblacional ha propiciado, además del desarrollo infraestructural, insuficiencias en la calidad de servicios básicos como los es la recolecta de residuos sólidos.
Sin embargo, a partir de 2016, durante la administración de Carlos Magaña, el Cabildo entregó la concesión para brindar el servicio de limpieza, recolección, traslado, tratamiento y disposición final en toda la demarcación a la empresa Sana, lo que ha mejorado el servicio.
Santiago Herrera, vecino del centro, señaló: “antes de Sana, el Ayuntamiento mandaba camionetas en pésimo estado para hacer el acopio. Algunos días no pasaban y los perros rompían las bolsas, ahora los camiones compactadores dan una mejor imagen y además pasan dos veces a la semana, aunque no tienen un horario fijo, casi nunca fallan y se llevan hasta dos bolsas llenas de residuos”.
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NM