Yucatán

En Progreso son más los menores los que se dedican a la pesca

El sector de captura marina cuenta con un gran número de jóvenes de entre 12 y 17 años laborando
Los chicos que entran a trabajar en embarcaciones no cuentan con documentos legales / Por Esto!

El sector pesquero de Progreso cuenta con amplia actividad de menores de edad, quienes ingresan a trabajar luego de abandonar la escuela, muchos de estos jóvenes únicamente cuentan con secundaria. Los menores de edad dedicados a la pesca representan cerca del 20 por ciento del total de hombres de mar en la localidad, las edades de estos chicos oscilan entre los 12 y 17 años.

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Su entrada a este sector funge como principal refugio tras la deserción escolar que sufren tanto el municipio como en sus demarcaciones. De acuerdo con la Dirección de Pesca de Progreso, la entrada de menores de edad a las fi las del sector pesquero es un hecho que ocurre de manera constante en el puerto, debido a que este sector representa, junto con la albañilería, uno de los principales refugios de este grupo luego de abandonar las aulas de clase debido a diversos factores sociales y económicos.

Se calcula que cerca del 20 por ciento de pescadores son menores de edad, cifra que desgraciadamente sólo ha incrementado tras el paso de la pandemia. Los jóvenes ingresan a estas labores entre los 12 y los 17 años, por lo que la mayoría tiene secundaria o preparatoria trunca. Comienzan en las labores de pesca y después del primer año pasan a los viajes como transportistas de producto marino, fileteros, gavioteros y trabajadores de reparación de embarcaciones, entre otros.

Menores de 12 a 17 se dedican a la pesca / Por Esto!

Estos trabajadores menores de edad carecen de papeles que acrediten su labor, debido a que los documentos oficiales expedidos, tales como tarjetones de pesca, libretas de mar y demás, son documentos oficiales a los cuales sólo se puede acceder a través de la mayoría de edad, de tal forma que los patrones de barcos sustentan la entrada de estos chicos a sus naves a través de permisos de responsabilidad firmados por sus padres o tutores.

La situación de ilegalidad en el empleo de estos jóvenes los deja en evidente riesgo, debido a que no cuentan con ninguna clase de seguro que sustente su estancia en los barcos, pero ante la necesidad que se vive en sus familias muchas veces terminan por aceptar tales condiciones laborales.

JY