La deforestación de los montes para la práctica ganadera y campesina, así como para la construcción de viviendas, ha ocasionado que el arbusto conocido como alacrán se encuentre en riesgo de extinción.
Precisamente este arbusto le da el nombre al municipio, ya que Sinanché significa el árbol de escorpión en lengua maya.
De acuerdo con los habitantes del poblado, décadas atrás cuando la selva maya no era tocada por los labriegos para agrandar sus extensiones de plantaciones y área ganadera, existían cientos de estas plantas, pero con el pasar del tiempo, se fueron acabando al grado de considerarse de suerte encontrarse con alguno de ellos.
Un sitio donde se puede hallar esta planta es el centro de la población, exactamente en el área de los jardines del parque principal, donde recibe cuidados y mantenimiento por parte de los trabajadores del ayuntamiento.
De acuerdo con los vecinos, la finalidad de tener estas plantas en un céntrico espacio es para recordar su significado y para que los visitantes puedan conocerla.
El árbol de alacrán o escorpión simula ser la forma de este arácnido. En el tallo cuenta con pequeñas espinas, y según comentaron personas que la conocen bien, puede ser empleada como planta decorativa dentro de los hogares al no alcanzar gran tamaño al ser sembrada en macetas.
Además de encontrar dos plantas de este tipo en la plaza principal, en el atrio de la iglesia se encuentra otra, justo al lado de donde se encuentra la pila del bautismo. De hecho, se mencionó que fue ahí uno de los primeros espacios en donde fue sembrada.
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Los lugareños indicaron que se debería tenerla en los hogares para poder preservarla y evitar que se sigan acabando a causa de la deforestación de la selva maya, así como sucede con muchas otras plantas medicinales que se han ido perdiendo.
Mencionaron que en vez de cortarlas se debería cuidar y ofrecer pequeñas plantas en los viveros, ya que de lo contrario se estará condenándola a su desaparición.
Los habitantes insistieron que, quienes cuenten con la suerte de encontrarse con alguna de estas plantas en los montes o patios de las viviendas, deberían preservarlas para poder mantenerlas y darlas a conocer a las siguientes generaciones, haciéndoles saber que de dicha planta proviene el nombre de la localidad.