En el Sureste del país, un tesoro culinario que crece en la selva maya y que es muy consumido está en grave peligro. El chile mash, conocido en lengua maya como Maax Ik y pronunciado como mash, es un ingrediente muy apreciado en la gastronomía regional. Su sabor intenso lo convierte en el complemento perfecto para guisos y salsas, resaltando en cada plato con su carácter único. Sin embargo, a pesar de su importancia y popularidad, esta planta está en peligro de extinción.
Pobladores señalaron que con el transcurso del tiempo, el pimiento se ha ido perdiendo, pues una de las principales amenazas ha sido la deforestación de los montes, debido a la agricultura, la ganadería y el crecimiento desmedido de la ciudad, factores que lo ponen en riesgo de desaparecer si no es rescatado.
Dentro de los mercados, el chilito mash es comercializado en pequeñas bolsitas en un monto de 10 pesos, mismo que aprovechan los consumidores, principalmente los comerciantes de comida, para preparar salsas picantes. La comerciante Guadalupe Chim dijo que en su traspatio cuenta con varias de estas plantas, las cuales ha cuidado y ha logrado reproducir para generar ingresos económicos.
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Para estos meses, las cosechas se encuentran produciéndose, pero no son todos los días, pues se buscan los de un tamaño adecuado para que sean embolsados y posteriormente comercializados. Hasta ahora, en el Pueblo Mágico existe una gran demanda por su consumo, por lo que los pobladores suelen cuidar del chile para su preservación.
Esta variedad de chile de manera silvestre en la Península de Yucatán y en otros estados, como Campeche, Quintana Roo y Chiapas. La planta, que puede alcanzar hasta dos metros de altura, tiene flores blancas y produce frutos durante todo el año.
Los chiles son pequeñas bayas de entre ocho y diez milímetros de largo por cinco a ocho milímetros de ancho, con forma redonda o cónica y puntas afiladas. Cuando están en sus primeras etapas, son verdes; pero al madurar se vuelven de un rojo brillante.
Con un nivel de picante que puede ser de siete a ocho veces más fuerte que el jalapeño. En la cocina yucateca, este alimento es muy valorado por su intenso sabor. Junto con el maíz, este chile es fundamental en numerosos platillos, guisos y, sobre todo, en salsas de los hogares.
Guadalupe apuntó que la producción comienza cuando caen los primeros chubascos y la tierra permanece húmeda, así como se encuentra en estos momentos la entidad yucateca.
La mujer dijo que las personas del extranjero que llegan a visitar el lugar suelen enamorarse de este alimento, al no ser tan picoso como el habanero. “Mucha gente que viene les gusta este chilito, no pica mucho. Se machaca bien con naranja y sal, con eso amarra bien los caldos y alimentos secos”, explicó.
De seguir la deforestación de los montes y el crecimiento de la ciudad, existe una probabilidad que se vaya perdiendo cada vez más la planta, pues al ser silvestre peligra más. Sólo unos cuantos la cuidan para generar ingresos económicos.
GC