En plena recta final de la temporada de captura de pulpo, la costa yucateca se encuentra ante un panorama complicado respecto a la pesca furtiva. Los hombres de mar solicitan más vigilancia en las playas, especialmente en los puntos muertos, utilizados para descargar producto ilegal.
De manera anónima, diversos pescadores han reportado la existencia de sitios estratégicos, de poca o nula vigilancia por parte de las autoridades, donde los pescadores ilegales atracan para descargar los productos de especies en veda.
Según los hombres de mar que prefirieron no dar su nombre por temor a represalias contra ellos o sus familias, las actividades de furtivismo en el mercado de pepino de mar, caracol y pulpo, así como de especies legales obtenidas de manera inadecuada, han incrementado de forma dramática en los últimos años.
Las áreas de descarga del producto se encuentran en Uaymitún, con la cooperación de veladores, así como en espacios entre la colonia Benito Juárez de Progreso y la zona Poniente de Chicxulub Puerto, sitios en el playón de Progreso y, esporádicamente, espacios en áreas de Chelem y Chuburná. Estos últimos no son tan utilizados debido a la cercanía con la zona naval y sólo se usan en casos de emergencia.
Los horarios de descarga de producto oscilan entre las 18:00 y las 22:00 horas. Momentos en que se hace el traslado a las bodegas clandestinas bajo el velo de la oscuridad. Todo el operativo dura poco menos de 20 minutos debido a la rapidez con la que efectúan el traslado a un sitio seguro de su captura.
Ante esto, los pescadores comentaron que están en contra de dicha práctica debido a que esta actitud depredadora resulta insostenible para los ecosistemas acuáticos. En su afán por generar recursos para sus familias, terminan por no respetar las tallas y pesos mínimos que están ahí para asegurar que las especies puedan reproducirse y generar las siguientes generaciones. Además, utilizan artes de pesca prohibidas y sobreexplotan las poblaciones, al grado de eliminar sitios pesqueros en cuestión de semanas.
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Debido a ello, los representantes del sector pesquero manifiestan su apego a la legalidad y coinciden en la necesidad de que las autoridades lleven a cabo un trabajo exhaustivo de persecución y castigo a las personas involucradas en esta clase de actividades. Piden que se termine esta situación, la cual daña el sustento de sus familias, genera violencia en altamar, propicia la inseguridad en las playas y, sobre todo, pone en riesgo la vida de personas inocentes.
Asimismo recalcaron que continuarán llevando a cabo reuniones con los mandos de seguridad para exigir la aplicación de las normativas, vigilando la aplicación de las estrategias de resguardo y protección de los pescadores.