Los ejidatarios de Tixkokob están perdiendo sus tierras debido a la venta o cesión de terrenos a empresarios para la construcción de fraccionamientos, maquiladoras y otros desarrollos privados, denunció Guillermo Cauich Durán, dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) en Yucatán.
El dirigente afirmó que, aunque los ejidatarios reciben promesas de empleos con salarios atractivos, la realidad es que muchos acaban siendo explotados en sus propias tierras, trabajando en condiciones precarias.
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“Les ofrecen fuentes de empleo con buenos salarios, pero en realidad se convierten en esclavos en sus propias tierras con salarios de hambre”, indicó el líder.
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También señaló que el despojo de tierras está facilitado por lo que considera una mafia agraria, compuesta por algunas dependencias que utilizan tretas y asambleas amañadas para despojar a los ejidatarios de sus propiedades y patrimonio.
Una de las herramientas que, según el líder campesino, facilita este proceso es el artículo 13 de la Ley Agraria, que permite a los ejidatarios asociarse con terceros para el aprovechamiento de sus tierras, pero muchas veces esto es manipulado para beneficiar a políticos y empresarios.