La presencia de medusas tipo carabela portuguesa en las playas de la costa yucateca va en aumento. En el puerto se han encontrado varios ejemplares sobre la arena y el sargazo acumulado, lo que representa un riesgo para las personas que ingresan al océano para disfrutar las aguas.
A pesar de que el municipio no ha tenido reportes de picaduras tal y como se registró en la comunidad de Progreso la semana pasada, los lugareños se encuentran preocupados por estos animales marinos que podrían causar baja afluencia en la temporada, sobre todo durante las vacaciones de Semana Santa que están por comenzar.
Vecinos que salen desde las primeras horas del día a realizar sus actividades físicas en la ribera se han percatado de que las también llamadas aguamalas han empezado a emerger del agua, justo como ocurrió el año pasado, cuando las autoridades del Estado alertaron a las personas sobre el peligro que pueden afrontar en caso de ser picadas.
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De acuerdo con los habitantes, en el puerto no se cuenta con un Departamento de Policía Ecológica que pueda monitorear el lugar en comparación con Progreso, donde se ha colocado una bandera amarilla como señal precautoria para la ciudadanía, además de que los agentes emiten mensajes a fin de dar a conocer a los porteños el desarrollo de la situación. “Hay varias aguasmalas tendidas en la orilla, unas están en la arena y otras sobre las algas. Hace un año pasó lo mismo con estas especies”, dijeron los ciudadanos.
Este animal marino de la familia Physaliidae suele habitar en la profundidad del océano, donde tiene forma aparente de medusa. Su picadura puede llegar a causar dolor intenso a los humanos, por lo que igualmente se le ha nombrado como botella azul o falsa medusa.
El veneno de la carabela portuguesa tiene consecuencias neurotóxicas, citotóxicas y cariotóxicas, ya que produce una molestia muy intensa e incluso se han registrado muertes en distintas partes del mundo. Cuando la afectación es leve, la persona únicamente siente irritación y picazón en la zona, aunque en algunos casos provoca vómitos y fiebre.
Los especialistas recomiendan que lo primero que se debe hacer tras una picadura es eliminar la sustancia retirando de la piel los restos de los tentáculos. Después, hay que lavar el área con alcohol o agua salada. La indicación es nunca usar agua dulce, ya que intensifica los efectos.
Por su parte, los pobladores exhortaron a tomar las precauciones necesarias a las personas que acudan a las playas, a fin de evitar ser heridos por estos animales que posiblemente están llegando como consecuencia del ingreso de los nortes.
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NM