Para la empresa Engie y el exalcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, la zona donde se colocaron los gasoductos no es una zona habitacional, sino agropecuaria e industrial, situación con la que pudieron obtener los permisos, a pesar de la queja constante de los vecinos entre ellos los de San Damián, Pensiones, Roma y la zona Dorada.
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Lo anterior, demuestra que la empresa Tractebel GNP, que instala los ductos de gas natural en colonias del poniente de Mérida, falseó datos al presentar la solicitud de su Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
Es decir, en las colonias antes mencionada no habitan personas, sino vacas. Ya que de haberse comprobado la presencia de familia, el proyecto debió considerarse una consulta a la ciudadanía.
Vecinos aseguran que la presencia de estos tubos ponen en peligros sus vidas, pues es una bomba de tiempo que los puede sorprender al estallar.
Cabe recodar que el perito ambiental Rubén Armando Presuel Polanco señala que debió ser de suma importancia especificar el tipo de proyecto, así como los riesgos, peligro o beneficios, por la alta concentración de habitantes de la zona, en la que predominan familias y ancianos.
También especificó que, desde su punto de vista técnico, la denominación del proyecto “Zona Metropolitana de Mérida” no corresponde con la descripción de las obras y actividades; tampoco lo son los permisos de distribución de gas natural por medio de ductos G/21497/DIS/2018 otorgados a la empresa Tractebel GNP, cuyos trabajos han manifestado un impacto ambiental y social.
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JG