Vecinos del municipio están preocupados porque elalcalde priista Luis Fernely Polanco Tunno sólo tolera, sino que fomenta el comercio de estupefacientes a plena luz del día, además de que utiliza gamberros para atemorizar a la población que se opone o intenta denunciar sus actos ilícitos.
Para muestra del mal proceder de la pseudoautoridad, ayer un grupo de hombres y policías municipales enviados por el edil interceptaron el automóvil de un corresponsal del POR ESTO!, perfectamente identificado con logotipos de la empresa; con agresiones verbales de por medio, le reclamaron al periodista que no tenía permiso de estar en el municipio y menos para tomar fotos; amenazaron con golpearlo si volvía a poner un pie en la comunidad.
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Habitantes del lugar, que no dieron su nombre por temor a represalias, señalaron que el abuso de autoridad de Polanco Tun es muy común, ya que el Munícipe presume que está protegido; incluso nombra constantemente al diputado local y actual presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Gaspar Quintal Parra.
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“El Alcalde no permite que nadie cuestione su poder y menos que ponga en entredicho la labor delictiva con el narcotráfico y la venta clandestina de licor, disque porque está protegido por los dirigentes del PRI. Incluso se ha eternizado en el cargo, ya que es la cuarta ocasión en que está al frente de la Comuna”, abundaron algunos pobladores entrevistados.
El ataque al enviado del Diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía, ocurrió ayer a las 15:20 horas, cuando el reportero de este rotativo acudió a la cabecera municipal, para recabar información y tomar fotografías, a bordo de un vehículo Nissan, con el logotipo del periódico en la parte trasera; por estos hechos, interpuso una denuncia penal en la Fiscalía General del Estado, con sede en Valladolid, que quedó asentada con el número 562/2024.
En la relatoría, se establece que, al llegar, se estacionó su auto entre la cancha de futbol y la Presidencia Municipal y solicitó hablar con el Alcalde. Dos oficiales le mencionaron que el funcionario no estaba y que no llegaba, sino hasta la tarde o noche, alrededor de las 18:00 horas. El corresponsal caminó unos metros y tomó unas fotos al bar Tu Hermana —propiedad de Polanco Tun— y luego se dirigió a una conocida licorería, ubicada en la esquina de la misma calle, donde dialogó con algunos habitantes.
Desde ahí, el periodista vio salir de un predio a la cónyuge del Alcalde, quien luego de percatarse de la presencia del reportero, entró a una casa contigua, desde donde presuntamente llamó a la Policía Municipal.
Sin darle mayor importancia al “encuentro” inesperado, el reportero se dirigió a su vehículo, lo encendió y se dispuso a mandar mensajes por su teléfono celular, cuando se le emparejó una motocicleta en la que viajaba un sujeto de tez morena, robusto que, debido a que estaba sin camisa, dejaba ver un tatuaje el pectoral derecho, y quien portaba una gorra; este, le pidió al periodista que se bajara, y le preguntó el motivo de su estancia en el lugar; el reportero le dijo que buscaba entrevistarse con el Alcalde.
Después de “retomar” su camino, a los pocos metros, fue interceptado por cinco policías municipales que iban a pie, el sujeto de la moto que lo había cuestionado y dos personas en una camioneta de redillas cerrada, ambas de complexión delgada, uno de tez morena y otro claro de color; al igual que el descamisado, no portaban uniforme de la Policía Municipal.
Con lujo de violencia y prepotentemente, los sujetos —escoltados por los agentes— abrieron las portezuelas del automóvil, tomaron a la fuerza una maleta y despojaron de su teléfono celular al periodista; le preguntaron dónde estaba la cámara, mientras revisaban con insistencia la parte de atrás del automóvil. Asimismo, le pidieron su cartera con su identificación como corresponsal del POR ESTO!, y que si no se la entregaban lo iban a retener. El corresponsal les insistió en que quería hablar con el Presidente Municipal, pero los policías y los gamberros le advirtieron que precisamente el edil los había enviado.
Los policías y maleantes le dijeron al periodista que lo había detenido porque necesitaba permiso para entrar a la comunidad y para tomar fotografías, pero el sujeto de la motocicleta, que estaba borracho, comenzó a insultarlo y amenazarlo con que iba a golpearlo. “El sujeto de la moto me gritó que no quería volverme a ver ahí y que si volvía me iba a romper la madre; entre groserías y amenzas, aun estando presentes los policías”, apuntó en su denuncia.
La escena fue vista por varios lugareños, quienes lamentaron el hecho, porque ocurrió precisamente frente al Palacio Municipal; los agresores en todo momento mencionaron que los había enviado el Alcalde. El corresponsal se retiró, solicitó apoyo al 911 y le informaron que interpusiera su denuncia ante la FGE.
“Calotmul era un poblado tranquilo hasta que llegó Polanco Tun con sus gamberros”, recalcaron algunos entrevistados.
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