Cientos de fieles se reunieron en la Catedral de San Idelfonso para el Santo Entierro, con el lamento que vibró en las calles “¡Perdona a tu pueblo Señor!”, previo a la Marcha del Silencio, que partió desde Santa Ana.
En los rostros se percibían las emociones, la meditación y el arrepentimiento después de un día de reflexión al recordar el Martirio del Redentor.
La procesión del Santo Entierro partió de Catedral, guiada por el obispo Pedro Díaz Mena, quién encabezó a su grey para caminar en torno a la Plaza Grande, para después dirigirse e integrarse a la Marcha del Silencio y regresar a la Catedral, donde con respeto y devoción se aproximaban a la representación del cuerpo flagelado de Cristo, para concentrarse después en la reflexión.
Por las obras de la calle 60, la marcha del Silencio, después de salir de Santa Ana, tomaron la calle 62 hasta llegar a la Plaza Grande.
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DQ