La pesca ilegal pone en riesgo a especies de suma importancia para la actividad ribereña o artesanal, entre ellas el mero, pulpo y langosta, las cuales están siendo depredadas por marineros de puertos como Dzilam de Bravo, Celestún y Sisal, según aseguró el hombre de mar Juan Contreras.
De acuerdo con los navegantes, este problema persiste, pese a las redadas implementadas recientemente, lo cual representa una gran desventaja para quienes actúan con responsabilidad, dado que los furtivos explotan las poblaciones vulnerables de escamas, poniendo en peligro la seguridad alimentaria de las comunidades que dependen de estos recursos para obtener su sustento familiar.
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Por su parte, el pescador José Rebolledo explicó que se necesita un ordenamiento dado que, si bien en la zona Oriente del Estado la migración de campesinos ha sido menor en comparación con sitios como Celestún, Dzilam Bravo, Sisal y Progreso, este crecimiento ha tenido como consecuencia un aumento del esfuerzo requerido para encontrar cardúmenes.
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Además, se desconocen los elementos básicos de la dinámica y el volumen de captura confiable de la fauna marina económicamente importante, por lo que las medidas regulatorias son más difíciles de implementar, pero es importante hacerlo para evitar confrontaciones.
La captura de varias especies ha disminuido notablemente, lo que ha derivado en la imposición de vedas permanentes a animales como el caracol blanco (Strombus costatus), tiburón, lisa (Mugil cephalus) y cayo de hacha, debido a que muestran reducciones alarmantes en sus poblaciones naturales y están en situaciones críticas para su mantenimiento.
Asimismo, el mero, cangrejo moro (Menipe mercenaria), pulpo (Octopus maya) y langosta denotan signos de sobrexplotación, propiciadas por la utilización de equipos no reglamentarios.
Por otra parte, existen pesquerías no reguladas como la del maxkil y cangrejo. Otro aspecto relevante que ha sido manifestado en varias ocasiones por los ribereños es la práctica ilícita de barcos rastreros a 15 y 20 brazas de profundidad, cuando lo autorizado son 40 brazas.
esta parte del Estado se cuenta con un registro de 71 especies de peces. En el interior del estero se pude encontrar al bagre (Arius melanopus), posta (Archosargus rhomboidalis), mojarra prieta (Cichlasoma urophtalmus), armado (Orthopristis crysoptera) y lisa. En tanto, la fauna con valor comercial incluye el mero (Ephinephelus morio), huachinango (Lutjanus sp), tiburón, mojarra, chac-chí (Haemulon plumieri), carito (Scomberomorus cavalla), jurel, robalo, y corvina. Otras mucho más demandadas son el pulpo (Octopus maya y O. vulgaris) y la langosta (Panulirus argus).
Actualmente, en esta área la actividad pesquera se realiza por las Sociedades Cooperativas de Producción Pesquera, Sociedades de Producción Pesquera Rural, Sociedades de Solidaridad Social, permisionarios y hombres de mar independientes.
El principal tipo de captura es la ribereña o artesanal a bordo de pequeñas embarcaciones con motores fuera de borda y en regiones del Golfo de México cercanas a la costa.
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GC