Integrantes del Comité Pesquero y Vigilancia Costera, acompañados de un inspector y cuatro infantes de la Secretaria de Marina, dan un nuevo golpe a los pescadores furtivos al desmantelar campamentos clandestinos donde se procesaba el pepino de mar.
En la mañana, cuatro lanchas con 12 voluntarios, acompañados por un inspector y cuatro infantes de la Secretaría de Marina, empezaron el operativo en las costas de Río Lagartos, San Felipe hasta Dzilam de Bravo.
A la altura de la zona conocida como Dos Bocas y Punta Nichili se ubicó un campamento donde se procesaba el pepino de mar, el operativo rindió buenos frutos al confiscar los implementos que utilizan; el operativo concluyo por la noche.
De acuerdo a las autoridades, el campamento estaba operando, pero alguien les dio el pitazo para que pudieran huir del lugar, mientras tanto las autoridades junto con el nuevo comité continuarán realizando vigilancia en la zona Oriente para la lucha contra el furtivismo.
En el lugar hallaron enseres donde se cuecen esta especie, por lo que confiscaron tres peroles y un fogón, además de que se aseguraron tres pistolas (arpón) de las cuales dos son tipo hawaiana, cuatro ganchos; al igual se quedaron bajo resguardo dos visores, tres pares de aletas, dos mangueras, y un compresor de tres pulmones con sus respectivos tanques de acero inoxidable.
Aunque el operativo abarcó una amplia zona, no se logró dar con las personas que operaban el campamento, además de que no se detectó ninguna embarcación dedicada a la pesca ilegal.
Como se recordará, en ediciones anteriores se informó sobre el desmantelamiento de un sancochadero cerca de Dzilam de Bravo, en que nuevamente le asestan un golpe más a los furtivos que operan en esta zona, pero también el sábado anterior agentes federales catearon bodegas en Dzilam donde encontraron especies en veda.
Es importante mencionar que hace cinco días se conformó un nuevo Comité de Ordenamiento Pesquero y Vigilancia Costera en esta parte del Estado para reforzar la vigilancia y darles batalla a los pescadores que operan de manera ilegal saqueando diversas especies marinas, entre ellas el pepino de mar.
La sobreexplotación de esta especie provocó que en Yucatán, por quinto año consecutivo, se mantuviera la veda permanente de captura de esta especie, cuando de 2010 a 2018 se convirtió en la actividad pesquera más redituable, al grado que el valor de la captura fuera de cerca de 334 millones de pesos, reveló la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca).
Ante la problemática que prevalece, y la demanda que existe, especialistas de la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) trabajan en la reproducción en cautiverio, para su comercialización, pero será una realidad dentro de una década.
El equinodermo de la especie holothuroidea se ha polemizado debido a que es una especie en veda permanente; sin embargo, entre el gremio pesquero destaca que un sector reducido busca la apertura por lo menos una temporada más, aunque esto resultaría casi imposible debido a que la especie también se encuentra escasa en el litoral de la Península.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
NM